MADRID, 26 Ago. (EDIZIONES) -
Hace poco más de un año España aprobó una ley de Eutanasia, convirtiéndose así en el quinto país del mundo con esta regulación, y son muchas las personas que la confunden con la sedación paliativa, cuando no son lo mismo.
Por ello, entrevistamos en Infosalus a la doctora Elia Martínez Moreno, oncóloga médica del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Comunidad de Madrid), y vocal de Comunicación de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), quien nos resuelve las principales dudas que tenemos sobre qué es la sedación paliativa.
Según esta sociedad científica, la sedación paliativa consiste en la administraciÓn de fármacos para reducir la conciencia de un paciente con una enfermedad en fase terminal, y tanto como sea preciso, para aliviar el sufrimiento asociado a uno o mas síntomas refractarios, siendo necesario para ello el consentimiento explícito, implícito, o delegado.
La doctora Martínez Moreno explica que un síntoma refractario es aquel que no se está pudiendo controlar con las medidas farmacológicas habituales, que los especialistas no son capaces de controlar con las medidas que la medicina ofrece para el control de dicho síntoma; pudiendo ser por ejemplo una disnea o falta de aire, una agitación psicomotriz intensa (un estatus epiléptico que ocurre en tumores cerebrales), o cualquier otro síntoma, incluida la angustia psicológica emocional, algo que también está recogido en las indicaciones de sedación paliativa.
"Es necesaria la sedación paliativa cuando un paciente con un pronóstico de vida corto llega a una determinada situación clínica, en la que es difícil controlar sus síntomas, y precisa de una reducción deliberada de su nivel de consciencia para que no sufra. Esto no influirá ni en alargar, ni en acortar la vida que el paciente tenga, pero sí beneficiará el control sintomático", aclara la doctora Martínez Moreno.
CÓMO SE REALIZA
La sedación paliativa debe contar con el consentimiento explícito, implícito, o delegado del paciente, según relata: "Hay que contar con el consentimiento previo de los pacientes, con los que compartimos tiempo. Si vemos que las cosas van mal se hace con el paciente de forma verbal o escrita, o bien cuando el paciente no tiene capacidad de tomar decisiones, consensuamos la iniciación de dicha medida con la familia".
Esta decisión, según reconoce, parte del médico. "Son pacientes que requieren asistencia sanitaria frecuente, por parte de los equipos de enfermería y del resto personal. Además, las dosis que se usan inicialmente en la sedación paliativa se deben incrementar muchas veces y hay escalas para evaluar el nivel de sedación de los pacientes para asegurar que se consigue el objetivo. En una situación así no se puede demorar el alcanzar el confort para un paciente", defiende Martínez Moreno.
Después, la miembro de SECPAL indica que se trata de un procedimiento farmacológico, que se realiza a partir de fármacos sedantes, y que lo que harán es disminuir el nivel de consciencia del paciente y así evitar que el paciente aprecie ese síntoma que le provoca tremendo disconfort al final de su vida.
Aquí reitera esta doctora que la sedación paliativa es necesaria en todos los casos en los que el paciente presente un mal control sintomático y no se le pueda ofrecer ningún tratamiento tanto psicológico, como farmacológico, o social. "Es decir, si se han puesto todos los recursos en la mano y no se ha conseguido que el paciente tenga un adecuado control sintomático está indicada médicamente la sedación paliativa", agrega.
NO ACORTA NI ALARGA LA VIDA
Con todo ello, la vocal de Comunicación de la SECPAL quiere dejar claro que en la sedación paliativa los médicos atienden al paciente al final de la vida y con esta práctica "no se acorta ni se alarga su vida", sino que se le acompaña para que el paciente en ese proceso de morir, "tan natural como al nacer, sea cómodo, agradable, confortable, o fácil".
"El hacer una sedación paliativa no va nunca a alargar la vida del paciente. La vida del paciente está determinada por la edad, por su organismo, y por sus características y funciones de sus órganos, porque hay muchas familias que la confunden con la eutanasia, o al revés, piensan que a partir de estar sedados viven más tiempo de lo esperable y puedan pensar que alargamos de alguna forma su vida", advierte esta experta en paliativos.
Además, remarca que se debe entender la muerte como parte de la vida. "Es importante tenerlo claro y entender que somos capaces de apoyar en ese transcurso de morir a los pacientes, para que lo lleven a cabo sin ningún tipo de sufrimiento", incide la doctora Martínez.
Cree que sobre todo lo importante es discernir esta idea porque ahora los pacientes en sus últimos días, e incluso horas, les piden la eutanasia, "un proceso muy largo que requiere muchos controles por parte de diferentes protagonistas, y que sería incluso deletéreo para el paciente".
Argumenta en este sentido que, si deben llevar a cabo una eutanasia en un paciente que está sufriendo tremendamente por disnea, por dolor, o por cualquier otro síntoma refractario están haciendo mal su trabajo." La eutanasia no se hace de un día para otro, la sedación paliativa sí se puede hacer de un momento a otro si el paciente lo necesita", sentencia la doctora Elia Martínez Moreno, oncóloga médica del Hospital Universitario de Fuenlabrada y miembro de SECPAL.