MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Una investigación realizada por ingenieros del MIT, con la colaboración del Brigham and Women's Hospital (Estados Unidos), están desarrollando un nuevo tipo de balón gástrico que se puede inflar y desinflar según sea necesario podría mejorar las alternativas actuales para perder peso; este tipo de intervención podría ofrecer una alternativa para las personas que no quieren someterse a tratamientos más invasivos, como la cirugía de bypass gástrico, o personas que no responden bien a los medicamentos para perder peso.
En un estudio, cuyos resultados se publican en 'Device' y está realizado con animales, ha demostrado que inflar el balón antes de una comida hacía que los animales redujeran su ingesta de alimentos en un 60 por ciento.
"El concepto básico es que podemos tener este globo que es dinámico, por lo que se inflaría justo antes de una comida y así no sentiríamos hambre. Luego se desinflaría entre comidas", apunta Giovanni Traverso, profesor asociado de ingeniería mecánica en el MIT, gastroenterólogo en el Brigham and Women's Hospital (Estados Unidos) y autor del estudio junto a Neil Zixun Jia, quien recibió un doctorado del MIT en 2023.
"Los balones gástricos funcionan inicialmente. Históricamente, lo que se ha visto es que el balón está asociado con la pérdida de peso. Pero luego, en general, el aumento de peso retoma la misma trayectoria. Lo que pensamos fue que tal vez si tuviéramos un sistema que simulara esa saciedad de manera transitoria, es decir, justo antes de una comida, esa podría ser una forma de inducir la pérdida de peso", relata Traverso.
Para lograr un efecto más duradero en los pacientes, los investigadores se propusieron diseñar un dispositivo que pudiera expandirse y contraerse a demanda. Crearon dos prototipos: uno es un globo tradicional que se infla y desinfla, y el otro es un dispositivo mecánico con cuatro brazos que se expanden hacia afuera, empujando hacia afuera una cubierta de polímero elástico que presiona la pared del estómago.
En pruebas con animales, los investigadores descubrieron que el dispositivo de brazo mecánico podía expandirse eficazmente para llenar el estómago, pero terminaron decidiendo optar por la opción del globo. "Nuestra sensación es que el globo probablemente distribuía mejor la fuerza y, a largo plazo, si el globo es el que aplica la presión, probablemente sea una estrategia más segura a largo plazo", detalla Traverso.
El nuevo balón de los investigadores es similar a un balón gástrico tradicional, pero se inserta en el estómago a través de una incisión en la pared abdominal. El balón está conectado a un controlador externo que se puede fijar a la piel y contiene una bomba que infla y desinfla el balón cuando es necesario. La inserción de este dispositivo sería similar al procedimiento utilizado para colocar una sonda de alimentación en el estómago de un paciente, que se realiza habitualmente en personas que no pueden comer ni beber.
"Si, por ejemplo, las personas no pueden tragar, reciben alimentos a través de un tubo como este. Sabemos que podemos mantener los tubos durante años, por lo que ya existen precedentes de otros sistemas que pueden permanecer en el cuerpo durante mucho tiempo. Eso nos da cierta confianza en la compatibilidad a largo plazo de este sistema", cuenta Traverso.
En pruebas con animales, los investigadores descubrieron que inflar el globo antes de las comidas conducía a una reducción del 60 por ciento en la cantidad de alimentos consumidos. Estos estudios se realizaron en el transcurso de un mes, pero los investigadores ahora planean realizar estudios a más largo plazo para ver si esta reducción conduce a una pérdida de peso. "El uso de los balones gástricos tradicionales suele durar seis meses, si no más, y solo entonces se observa una buena pérdida de peso. Tendremos que evaluar nuestro dispositivo en un período similar o más largo para demostrar que realmente funciona mejor", declara Jia por su parte.
Si se desarrolla para su uso en humanos, el nuevo balón gástrico podría ofrecer una alternativa a los tratamientos existentes para la obesidad. Otros tratamientos para la obesidad incluyen la cirugía de bypass gástrico, el "grapado de estómago" (un procedimiento quirúrgico en el que se reduce la capacidad del estómago) y medicamentos que incluyen agonistas del receptor GLP-1 como la semaglutida.
El balón gástrico podría ser una buena opción para los pacientes que no son buenos candidatos para la cirugía o no responden bien a los medicamentos para bajar de peso "Para ciertos pacientes que tienen un riesgo más alto, que no pueden someterse a una cirugía, o que no toleraron la medicación o tenían alguna otra contraindicación, hay opciones limitadas. Los balones gástricos tradicionales todavía se utilizan, pero tienen la salvedad de que, con el tiempo, la pérdida de peso puede estancarse, por lo que esta es una forma de intentar abordar esa limitación fundamental", señala Traverso.