MADRID, 13 Sep. (EDIZIONES) -
Hace unos años se hizo una encuesta entre profesionales médicos para que dijeran cuáles eran en su opinión las innovaciones más relevantes en Medicina de los últimos 30 años, logrando el número uno la TAC y la Resonancia Magnética (RM).
"En estas últimas tres décadas la Medicina ha avanzado muchísimo, en parte, gracias a estas pruebas de imagen. Se trata de procedimientos que desarrollan los radiólogos, especialistas médicos desconocidos generalmente por la población, que dirigen su obtención e interpretan los resultados. Los radiólogos somos las personas que mejor conocemos y analizamos los hallazgos que muestran estas exploraciones", subraya en una entrevista con Infosalus el miembro de la Junta directiva de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), el doctor lex Rovira.
El también experto del servicio de Radiología del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona destaca que ambas pruebas obtienen imágenes bidimensionales del interior del cuerpo humano, "en forma de cortes tomográficos", a partir de las cuales es también posible obtener reconstrucciones tridimensionales.
Ahora bien, la técnica empleada en ambos casos es diferente y "no tiene nada que ver", según explica en una entrevista con Infosalus este experto. En el caso concreto del escáner o TAC, cuyo nombre técnico es 'tomografía computarizada' o TC, se trata de un procedimiento que está basado en radiaciones ionizantes que atraviesan el cuerpo humano a través de un tubo emisor de rayos X. "La radiación que llega a los detectores dependerá de la densidad de los tejidos que atraviesa", apostilla.
Un escáner es una prueba muy rápida, según prosigue, y que apenas puede durar unos pocos minutos, dependiendo de la zona a analizar. "Permite la realización de una exploración de calidad. Es una técnica ideal para situaciones urgentes, o en pacientes que necesitan información muy rápida tras por ejemplo un traumatismo en zonas como el cerebro, la región toraco-abdominal o la columna vertebral, donde se emplea principalmente", afirma el experto en radiodiagnóstico, al mismo tiempo que puntualiza que es una prueba diagnóstica de "gran utilidad" en patología abdominal, pélvica y ósea, entre otras.
Con el escáner suele emplearse un contraste que contiene yodo, que se inyecta por vía intravenosa. "Se trata de una sustancia que ayuda a la mejor identificación de algunos órganos e incrementa la sensibilidad a la hora de detectar determinadas patologías. Es seguro y no se le tiene que tener miedo. Sí hay con esta prueba reacciones alérgicas, que incluso pueden ser graves, pero con prevalencia baja y no diferentes a cualquier otro fármaco que uno pueda tomar. La relación riesgo-beneficio está claro que es muy favorable al beneficio y se usa de forma muy habitual y con mucha seguridad", detalla el miembro de la SERAM.
RESONANCIA MAGNÉTICA
En el caso de la RM, el doctor reconoce que es "más compleja técnicamente" que el escáner, y que no utiliza radiaciones sino que emplea campos magnéticos. "En ella se analiza cómo se mueven determinados núcleos de los tejidos, básicamente del hidrógeno, un elemento muy frecuente en tejidos orgánicos. Primero se orientan los núcleos de hidrógeno y se ponen en orden gracias al empleo de campos magnéticos. Después, se emiten ondas de radio, que inducen un movimiento de los núcleos de hidrógeno . Es lo que se llama 'entrar en resonancia'. Es por ello que a esta técnica se la denomina 'Resonancia Magnética'. Seguidamente, se cierra la radiofrecuencia y a través de unos sistemas de computación específicos se analiza cómo los núcleos de hidrógenos se relajan, obteniendo así información de los tejidos internos del cuerpo", explica el especialista en Radiología.
Así, indica que mientras que la TAC utiliza radiaciones ionizantes, la RM emplea la radiofrecuencia y campos magnéticos, que son inocuos para las personas: "Con lo cual con el escáner se deben seguir siempre una serie de mecanismos de seguridad, y controlamos las dosis de radiación que se dan para que no se superen las recomendaciones establecidas para las mismas".
En la RM se puede repetir las veces que queramos porque son "inocuas", según prosigue el experto del Vall d'Hebron, si bien advierte de que ante estas pruebas diagnósticas se debe mantener una única precaución, y no por ello menos importante: "Se emplean imanes muy potentes en esta prueba. Por ello, cualquier elemento metálico que pueda ser atraída por él debe ser retirado del paciente. Por eso se hace un cuestionario previo al paciente para evitar daños y obtener los estudios con total seguridad".
¿SE NECESITA UNA PREPARACIÓN PREVIA PARA CADA UNA DE ELLAS?
Por otro lado, el doctor Rovira afirma que no siempre se necesita una preparación previa para realizar una TAC o una RM; "todo depende del tipo de exploración". Por ejemplo, según precisa el miembro de la SERAM, si en la TAC se prevé inyectar contraste al paciente, que llevan yodo, aunque es una sustancia segura, dice que a veces puede producir náuseas y vómitos. "Entonces por seguridad se pide a las personas que vengan en ayunas, para evitar vómitos y que los pacientes puedan sufrir una aspiración", advierte.
De forma general, en el caso de las resonancias no es precisa una preparación previa, aunque se vaya a emplear el contraste, que en las RM el más habitual es el gadolinio, ya que este no suele provocar náuseas y vómitos. Ahora bien, el doctor Rovira remarca que también hay excepciones, como en el caso por ejemplo del estudio de determinados órganos, como la vía hepática o biliar, casos en los que se solicita el ayuno para un mejor estudio de los mismos.
Una de las virtudes de la RM, según destaca este especialista, es su capacidad para distinguir tejidos normales de los patológicos, siendo "muy superior al escáner" a la hora de caracterizar las lesiones.
En su opinión, esto le confiere un valor añadido "enorme". Se emplea sobre todo para analizar la zona abdominal, el corazón, aunque donde quizá más se emplea, según reconoce el experto del Vall d'Hebron es en el Sistema Nervioso Central (cerebro y médula espinal), aunque también en patología muscular y de la columna lumbar y cervical, para las típicas lumbalgias y cervicalgias.
"La mitad de las RM se realizan en los campos mencionados", añade, al tiempo que subraya que, en realidad, todas las subespecialidades médicas se benefician de la RM, desde el corazón, hasta estudios del abdomen, de la pelvis femenina para la estadificación del cáncer; pero dice que también se usa cada vez más en la patología de la mama, para la detección y estadificación del cáncer de mama, aunque también para en análisis de la patología muscular; tanto en adultos como en niños, a quienes suele sedarse si son menores de 5 años al no poder estar quietos, según aprecia.
A diferencia de la TAC, la RM lleva más tiempo, y suele durar entre 30 y 40 minutos de media. "En ambos casos los pacientes entran en una especie de túnel, que es muy corto, es más bien un arco en la TAC, y un tubo en la RM, y el paciente debe estar boca arriba y estar quieto para que el movimiento no provoque imágenes de baja calidad", detalla.
En escáner confiesa que no suele haber problemas en este sentido, ya que se trata de pruebas muy rápidas, en algunos casos de apenas un par de minutos; si bien en las RM existe un 5% de personas, según detalla el miembro de la SERAM, que por ansiedad o claustrofobia no son capaces de tolerar el tiempo de la prueba. No obstante, el doctor Rovira remarca que las personas deben estar tranquilas, "siempre hay alternativa", como la utilización de equipos de RM de configuración abierta, aunque ofrecen imágenes de peor calidad, o bien se pueden emplear ansiolíticos, y en último caso la sedación.
En última instancia, recuerda que no son pruebas perjudiciales para la salud, y existe concretamente una normativa europea de obligado cumplimiento donde, por ejemplo, se recogen en el caso de los escáneres las dosis de radiación que deben recibir los pacientes. "La RM es híper segura si se mantienen los mecanismos de seguridad antes mencionados para evitar accidentes derivados de la presencia de elementos metálicos que pudieran ser atraídos por el campo magnético. Se pueden hacer tantas resonancias como se necesite", sostiene.
Además, tanto la tomografía computarizada (en algunos casos) como la resonancia magnética pueden realizarse en embarazadas o mujeres que se sospeche que están embarazadas, siempre que se sigan determinadas medidas de seguridad, según reconoce el radiólogo.