MADRID, 17 Ago. (EDIZIONES) -
La propia actividad diaria ya supone un enorme entrenamiento para el sistema visual y, por tanto, no debemos de obsesionarnos con el hecho de que hay que hacer ejercicios para tener mejor los ojos.
Cuando los ojos presentan problemas de fatiga, ya nos ofrecen síntomas avisándonos de que hace falta tomar medidas, tales como mala visión, la visión fluctuante, la visión doble, el dolor de cabeza o el cansancio al realizar tareas de cerca, o bien enrojecimiento y escozor ocular asociado a tareas de esfuerzo visual", advierte en declaraciones a Infosalus el portavoz del Consejo General de Ópticos Optometristas David Piñero.
El también doctor en Optometría y profesor de la Universidad de Alicante avisa de que en esos casos es necesario un completo examen visual por parte del profesional de la visión, que determine la magnitud del problema y qué tratamiento es el más adecuado.
"Lo que sí es necesario es respetar unas condiciones de trabajo o ergonomía en las tareas que supongan mayor esfuerzo visual y que favorezcan un uso eficiente del sistema visual y no fomenten la fatiga" sostiene el experto.
Algunos de esos consejos ergonómicos al trabajar en visión cercana o con ordenadores, según indica, son:
1.- Hacer descansos periódicos, con una pausa de 5 minutos por cada hora de trabajo en cerca.
2.- Alternar la visión entre objetos cercanos y lejanos para evitar de forma reiterada a la misma distancia
3.- Mantener un buen parpadeo y evitar la fijación continua sin parpadear.
4.- Asegurar el uso de luz apropiada, mejor si es natural, evitando en caso de usar pantallas la utilización de luces directas que generen reflejos
5.- Ajustar el brillo y contraste de la pantalla al usar ordenadores para que esté en consonancia con la iluminación de la zona de trabajo.
6.- En caso de que nuestro monitor lo permita, aumentar la velocidad de refresco de la pantalla (70-75 Hz).
7.- Mantener el monitor del ordenador a unos 60 centímetros de distancia, y ligeramente por debajo del nivel de los ojos. En caso de requerir el uso de dispositivos electrónicos, mantenerlos a una distancia de unos 35-40 centímetros.
8.- Dentro de lo posible, ajustar el tamaño de la letra al leer.
9.- Evitar el uso de dispositivo electrónicos en situaciones de mucho cansancio.
A su juicio, el uso de unos buenos consejos de higiene visual puede evitar contribuir al desarrollo de la fatiga visual, ya que se evita usar de modo ineficiente o sobreutilizar el sistema de enfoque del ojo (sistema acomodativo), así como el de alineamiento ocular (binocularidad).
En este sentido, el experto recuerda que existen ejercicios de terapia visual, científicamente validados, que permiten mejorar algunas capacidades visuales, pero sólo deben de indicarse en caso de que exista una alteración que requiera la recuperación de la eficiencia del sistema visual.
"Hacer ejercicios de entrenamiento visual porque sí no tienen por qué suponer ningún beneficio, ya que deben estar prescritos y pautados por el profesional de la visión con una finalidad específica. Lo importante es realizar un entrenamiento programado cuando sea necesario", manifiesta el doctor Piñero.
UN PROBLEMA DE GRADUACIÓN
Por otro lado, el portavoz del Consejo General de Ópticos Optometristas alerta de que lo que la fatiga o cansancio visual puede ser la consecuencia de la existencia de un defecto de graduación sin corregir, tal como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, un problema de coordinación de ambos ojos, o del sistema de enfoque de los mismos, o puede deberse al uso continuado del sistema visual en condiciones inadecuadas desde un punto de pista ergonómico.
Finalmente, el experto avisa de que existe un auge en los últimos tiempos de pseudoterapias o la realización de terapias 'teóricamente preventivas' sobre entrenamiento visual que no tienen ninguna evidencia científica, y que normalmente no producen ningún efecto a pesar de tener un coste asociado comúnmente elevado.
"Por ello, es importante seguir las recomendaciones de tu profesional óptico-optometrista u oftalmólogo cuando se plantee el inicio de un tratamiento de entrenamiento visual, y sobre todo preguntar si lo que se va a realizar ha sido validado previamente en estudios científicos. El entrenamiento indiscriminado, sin objetivo y sin base científica, no tiene ninguna utilidad, no soluciona problemas y normalmente conduce a la frustración y al descontento del paciente", concluye Piñero.