MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) ha aconsejado seguir una alimentación sana y equilibrada que ayude a controlar la obesidad e introducir la práctica de ejercicio físico, con el objetivo de reducir factores de riesgo que desencadenen ictus.
Así lo han destacado los especialistas en su videoconsejo de diciembre, que han dedicado a una patología que afecta cada año a 120.000 españoles, supone la segunda causa de muerte más común en España e implica el desarrollo de una discapacidad grave en el 44 por ciento de pacientes.
A este respecto, han advertido de que la previsión es que la incidencia de ictus siga creciendo en el futuro y llegue a afectar a una de cada seis personas en algún momento de su vida. Sin embargo, han remarcado que el 90 por ciento de casos pueden prevenirse si se presta atención a diversos factores.
Además de la dieta y el ejercicio, es importante eliminar por completo el consumo de tabaco si quiere evitarse esta enfermedad. Del mismo modo, se debe priorizar el descanso respetando las ocho horas diarias de sueño recomendadas y no olvidar acudir a revisiones médicas de forma periódica para diagnosticar a tiempo afecciones como la hipertensión arterial o la diabetes.
CÓMO RECONOCER LOS SÍNTOMAS
Aunque la prevención es clave, los expertos han enumerado cuatro síntomas que pueden ayudar a detectar el ictus cuando se está produciendo y permitir recibir la atención médica necesaria a la mayor brevedad posible. Se calcula que, por cada 15 minutos que se gana en la atención al paciente, el riesgo de secuelas y mortalidad desciende en hasta un cuatro por ciento en ambos casos.
En esta línea, los síntomas de ictus más comunes son el dolor de cabeza de inicio brusco, muy intenso y poco habitual respecto a episodios pasados; la pérdida de fuerza o sensibilidad en extremidades o en una mitad del cuerpo, así como la parálisis o dificultad para moverse o andar.
A estos se suman la pérdida total o parcial de la visión, en uno o ambos ojos, así como visión borrosa sin otra causa que lo explique; y la dificultad para hablar o articular palabras, o bien para comprender a otras personas que te hablan.
Los profesionales han matizado que sufrir cualquiera de estos síntomas por separado no está siempre relacionado con un ictus, pero padecer varios de ellos a la vez sí debe activar las alertas.
FISIOTERAPIA PARA RECUPERARSE DE UN ICTUS
En aquellas personas que sufren un ictus que les ocasiona secuelas irreversibles, los expertos han destacado el papel que juega la fisioterapia para mejorar su movilidad fuerza, coordinación y equilibrio, y recuperar, en la medida de lo posible, autonomía y calidad de vida.
"La combinación de fisioterapia y fármacos, unidos a un mantenimiento de un estilo de vida saludable, contribuye a prevenir la repetición de un ictus, por lo que debe formar parte del enfoque terapéutico en todos los casos en que así esté indicado", ha apuntado la vicesecretaria general del CPFCM, Patricia Moreno.
Los tratamientos de fisioterapia para pacientes con ictus buscarán, por un lado, minimizar el deterioro motor y funcional, haciendo énfasis en la recuperación de la fuerza, la resistencia muscular y la movilidad, con el foco puesto en el equilibrio. Después, el objetivo del tratamiento será mejorar las habilidades motoras para incrementar el grado de autonomía del paciente, en paralelo al trabajo que se realizará junto a familiares y cuidadores para que sepan cómo ayudar y atender mejor al paciente.