MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El eczema (dermatitis atópica) es frecuente en los bebés y puede ser estresante para los padres. En un artículo publicado en la revista CMAJ (Canadian Medical Association Journal) se recogen cinco consejos para tratar esta afección.
"La dermatitis atópica afecta al 10-20 por ciento de los bebés canadienses. Reconocer la dermatitis atópica, conseguir que remita y mantener el control puede ser un reto tanto para los médicos como para los cuidadores", dice el doctor Derek Chu, profesor adjunto de la División de Alergia e Inmunología de la Universidad McMaster y copresidente de las próximas directrices sobre dermatitis atópica de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología y del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología.
"Esperamos que estos cinco mensajes clave para los proveedores de atención general y especializada, así como para los cuidadores, promuevan las mejores prácticas para el manejo de la dermatitis atópica en los bebés", añade. La dermatitis atópica afecta a algo más que a la piel y repercute en toda la familia, por lo que es importante gestionar de forma óptima la enfermedad en esta etapa crítica del desarrollo del lactante.
La dermatitis atópica en las mejillas, la parte externa de las extremidades y el tronco son comunes en los bebés, y el eczema clásico que afecta a la parte posterior de las rodillas y a los pliegues del codo puede no desarrollarse hasta más tarde en la infancia. La mejor crema hidratante es la que utilizan los cuidadores y los pacientes.
Las nuevas pruebas demuestran que cualquier tipo de crema hidratante --loción, crema, gel o pomada-- utilizada al menos dos veces al día ayuda a controlar la dermatitis atópica.
Al ser una enfermedad inflamatoria, requiere un tratamiento antiinflamatorio. En este sentido, debe utilizarse la dosis más baja de corticoides tópicos para controlar los brotes y la aplicación de una vez al día es tan eficaz como la de dos.
Si los brotes se repiten con frecuencia, el uso de medicamentos tópicos de forma intermitente (dos días consecutivos, por ejemplo, los fines de semana) puede prevenir los brotes posteriores. La evidencia no apoya el uso de antibióticos de forma rutinaria para tratar la infección bacteriana secundaria local. Por último, evitar los alimentos puede no mejorar el eczema y puede aumentar el riesgo de alergia alimentaria.