MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
El cuidado y control de los niños prematuros debe prolongarse más allá de los primeros años de vida, según han explicado los expertos que han participado II Encuentro de padres de niños prematuros en HM Montepríncipe, organizado con la colaboración de la Asociación Prematura y Medela.
La reunión, que ha contado con la directora médica del hospital, la doctora Virginia Soler y el doctor Gerardo Romera, del Servicio de Neonatología, el equipo de Enfermería de la UCI Neonatal, ha servido para ayudar a las familias, resolver dudas y poner en común sus experiencias vividas en el cuidado de estos niños, algunos de los cuales también estuvieron presentes en el encuentro.
Romera trató sobre los cuidados de estos niños tras el alta hospitalaria. Así, ha recordado que, en general, el alta se suele indicar cuando el niño tiene más de 35-36 semanas de edad y un peso superior a 2.000 gramos. Normalmente, en este momento todavía no están neurológicamente totalmente maduros y "organizados" como un niño nacido a término y es posible que no muestren señales fáciles de interpretar que indiquen que tienen hambre o sueño, que pasen mucho tiempo profundamente dormidos, llorando o que les cueste adquirir las habituales rutinas de alimentación y sueño.
El experto ha destacado cuestiones tan importantes como que la posición de seguridad para dormir es boca arriba, sin almohada ni juguetes en la cuna; y que la alimentación ideal del bebé prematuro es la leche materna.
"Si bien durante su estancia en la Unidad de Neonatología, y especialmente en los prematuros más pequeños, la leche materna se refuerza con preparados especiales, en general al alta esta medida no suele ser necesaria. Cuando la leche materna no ha sido posible o es insuficiente, se dispone de excelente fórmulas artificiales para prematuros", ha añadido.
Respecto al seguimiento tras el alta, en este encuentro se ha explicado que probablemente intervendrán varios médicos y hay que destacar el indiscutible valor e importancia que el pediatra de cabecera tiene en este punto. En los últimos años, el foco de atención en cuanto a los cuidados y controles sobre estos niños, más allá de los "tradicionales" primeros años de vida, se está desplazando hacia los problemas que tienen más riesgo de mostrar en edades más tardías, tanto en la edad escolar como en la adolescencia.