MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
El coronavirus es visible en las biopsias de piel realizadas en lesiones de tipo sabañones en niños, así se observa en una investigación realizada en el Hospital Niño Jesús de Madrid, , en colaboración con los Servicios de Anatomía Patológica del Hospital 12 de Octubre y de la Fundación Jiménez Díaz, que demuestra por primera vez la presencia del coronavirus SAV-CoV-2 en las células endoteliales (células de revestimiento de los vasos sanguíneos).
Además, en un artículo publicado en la revista 'British Journal of Dermatology', este grupo ha descrito la presencia de daño vascular y la formación de pequeños trombos en los vasos afectados. De este modo, recuerdan, "es la primera vez que se visibiliza el virus en algunas lesiones de la piel".
Estos hallazgos están en consonancia con los resultados publicados en pacientes adultos afectados por la Covid con enfermedad grave, tanto en la piel como en otros órganos. Y llama la atención que curiosamente en la mayoría de los pacientes sometidos a estudio habían dado negativo en la prueba de diagnóstico PCR.
El trabajo de este equipo de investigación multicéntrico, liderado por el doctor Antonio Torrelo, jefe de Dermatología del Hospital Niño Jesús, y la doctora Isabel Colmenero, de Anatomía Patológica, ha permitido además describir las características clínicas de una serie de pacientes con sabañones y otras lesiones cutáneas relacionadas con la Covid, como lesiones tipo eritema multiforme y lesiones purpúricas en las plantas de los pies.
El origen de esta investigación surge a finales de abril, en pleno pico de la pandemia, cuando, en una sola semana, se registraron más de 30 casos de niños que acudieron a Urgencias del Hospital Niño Jesús con lesiones en la piel que recordaban mucho a los llamados "sabañones" o "perniosis" y eran, en su mayoría, lesiones dolorosas de color rojo o púrpura localizadas en las manos y en los pies, particularmente en los dedos.
Los hallazgos de este grupo de investigadores, son claves para entender la Covid y abren la puerta a futuras investigaciones encaminadas a buscar los mecanismos que hacen que los niños, en su mayoría, no desarrollen formas graves de la enfermedad.
Se demuestra también que el daño vascular causado por el virus parece tener un papel relevante en el origen de la enfermedad.