MADRID 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio dirigido por investigadores del Brigham and Women's Hospital (Estados Unidos), sugiere que los niveles más altos de actividad física antes de que comenzara la pandemia en 2020 se asociaban con una menor probabilidad de contraer COVID-19 o desarrollar una infección suficientemente grave como para requerir hospitalización.
El estudio encontró que los adultos que cumplían con las pautas de actividad física de EEUU y la Organización Mundial de la Salud antes de la pandemia tenían un 10 por ciento menos de probabilidades de infectarse con COVID-19 y un 27 por ciento menos de probabilidades de ser hospitalizados a causa de él en comparación con las personas inactivas. Los resultados se publican en 'JAMA Network Open'.
El estudio combinó datos de tres cohortes de ensayos clínicos aleatorios, prospectivos y en curso (COSMOS, VITAL y WHS) e incluyó a 61.557 adultos con una edad promedio de 76 años, que proporcionaron autoinformes prepandémicos sobre factores de estilo de vida y ejercicio, incluido el tiempo que dedicaban a actividades como andar en bicicleta, caminar, correr y subir escaleras. Luego, los participantes fueron categorizados como inactivos, insuficientemente activos o suficientemente activos según las pautas de actividad física.
Desde mayo de 2020 hasta mayo de 2022, aquellos suficientemente activos tuvieron una reducción del 10% en la infección por COVID-19 y una reducción del 27% en la hospitalización debido a COVID-19 en comparación con los inactivos. Los hallazgos también sugieren que los beneficios de la actividad física sobre el COVID-19 pueden ser mayores en las mujeres.
Algunas de las limitaciones del estudio incluyen que es observacional, utiliza datos autoinformados y no puede dar cuenta de los cambios en el comportamiento de salud que pueden haber ocurrido durante la pandemia. Se necesitan más estudios para generalizar estos hallazgos a diferentes grupos de personas.