MADRID, 16 Abr. (EDIZIONES) -
La realidad de los trasplantes y donaciones durante la pandemia de Covid-19 en España: ¿Se pueden donar órganos de fallecidos? ¿Se mantienen los trasplantes?
La pandemia por Covid-19 lo ha paralizado todo, o casi todo, en España. Son muchísimos los españoles que están siendo afectados de una u otra manera. A esto hay que sumarle que los servicios sanitarios están saturados, y que faltan medios.
Muchos hospitales han tenido que habilitar camas de UCI en antiguas bibliotecas o incluso en los quirófanos. Pero a pesar de todo ello, el Sistema Nacional de Salud (SNS) español está más en forma que nunca. En este contexto no hay que olvidar que somos fuertes y que España, desde hace más de 25 años, es líder a nivel mundial en materia de donación y trasplante de órganos.
¿Qué ha sucedido con estos durante la pandemia de COVID-19? Según cuenta en una entrevista con Infosalus la directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, hasta el pasado 13 de marzo la actividad se mantenía en niveles muy elevados, con una media de 7,2 donantes y 16,1 trasplantes diarios; "cifras superiores incluso a las del año pasado".
Desde que se declarara el estado nacional de alarma el pasado 13 de marzo, siendo legalmente efectivo el día 15, la actividad de donación y trasplante "se ha reducido de forma sustancial, pasando a una media de 1,1 donantes y 1,8 trasplantes diarios", según explica la también doctora en Medicina.
En concreto, cita que existen dos motivos que han hecho inevitable este descenso y que hacen muy complejo desarrollar los procesos de donación y trasplante con normalidad en estos momentos de pandemia sanitaria.
Por una parte, la saturación del sistema sanitario y de las unidades de cuidados intensivos (UCI) ante el elevado número de pacientes críticos con COVID-19 que tienen que atender. "Recordemos que la donación de personas fallecidas ocurre en las UCI y que gran parte de los pacientes trasplantados han de estar ingresados en estas unidades durante el post-trasplante inmediato", puntualiza Domínguez-Gil.
Por otro lado, la directora de la ONT apunta a un motivo de seguridad, ya que los pacientes trasplantados reciben terapia inmunosupresora para evitar el rechazo del órgano trasplantado, lo que les convierte en vulnerables a las infecciones en general, y a la infección por Covid-19, en particular.
"Aunque existe poca información al respecto, se prevé que la infección en los pacientes trasplantados (están inmunosuprimidos) sea más grave que en la población general. El esfuerzo por evitar la infección en este grupo de pacientes en un contexto donde los espacios libres de Covid-19 son limitados, también explica la reducción en el número de procedimientos", asegura.
En este contexto, apunta también que los equipos se están viendo forzados a limitar la donación, así como a priorizar el trasplante de aquellos pacientes que se encuentran en una situación de urgencia o de mayor gravedad clínica y que tengan grandes dificultades para trasplantarse por sus características inmunológicas y/o antropométricas, retrasando procedimientos menos prioritarios. "En el momento actual, cada centro valora su situación y las acciones que puede acometer", apostilla la directora de la ONT.
Así, en el seno de esta epidemia, la red de donación y trasplante sigue haciendo los esfuerzos pertinentes por continuar su labor, adaptándose a una realidad que plantea muchos problemas logísticos y para los que encuentra "soluciones imaginativas e innovadoras", según recalca.
A su juicio, es importante destacar que los coordinadores de trasplantes, la mayoría profesionales de UCI, están redoblando su esfuerzo para poder atender a los pacientes con Covid-19, al tiempo que velan por que los pacientes que aguardan un órgano no pierdan su oportunidad. Eso sí, Domínguez-Gil resalta que, una vez superada esta crisis, se recuperará la normalidad en el programa nacional de donación y trasplante.
"La situación a la que nos enfrentamos es dinámica, cambia a diario, y requiere de una gran capacidad de adaptación, a la que la red española de donación y trasplante ya está muy acostumbrada. Evaluamos el impacto periódicamente. No obstante, buscamos preservar la actividad en la medida en que la epidemia lo permite, al tiempo que se garantiza la seguridad de los pacientes y de los profesionales sanitarios", agrega.
LA MÁXIMA PRIORIDAD: PACIENTES GRAVES Y NIÑOS
Con respecto a la priorización, la directora de la ONT insiste en que se está realizando un importante esfuerzo para mantener la actividad trasplantadora, incluso en las zonas más afectadas. "No obstante, muchos centros están en la fase de limitar los procedimientos a los pacientes graves cuya vida depende de un trasplante y a los pacientes con mayores dificultades para trasplantarse, como es el caso de los niños. Estos dos tipos de pacientes son nuestra máxima prioridad en este momento", añade.
En este punto, sostiene que los trasplantes renales son los más frecuentes, seguidos de los trasplantes hepáticos, los pulmonares, los cardíacos, los de páncreas y los de intestino. "Desde el 13 de marzo, se han llevado a cabo varios procedimientos de trasplante renal, hepático y cardíaco, si bien en número muy reducido en comparación con la actividad habitual. Los trasplantes hepáticos y cardiacos efectuados se han realizado en pacientes en situación muy crítica", puntualiza la directora de la ONT.
Sobre si las personas infectadas con Covid-19 o sospechosas pueden donar, Beatriz Domínguez-Gil especifica que los casos confirmados se descartan como donantes, ya que se desconoce si la enfermedad se transmite a través del trasplante. Ante casos curados de Covid-19, se recomienda esperar un tiempo desde la curación de la enfermedad, tiempo que se valora de manera individualizada, caso por caso, recomendando un periodo mínimo de 21 días. Aquí recuerda que el periodo ventana con el que se trabaja (21 días) es superior al tiempo de incubación que se baraja (1-14 días).
Ahora bien, mantiene que el cribado se realiza en los casos con riesgo de Covid-19, salvo que presenten síntomas compatibles, que se descartan directamente. Se consideran en riesgo aquellos casos que hayan estado en contacto con un afectado, o hayan viajado o residan en un área de riesgo en los 21 días previos. Si no es un caso con riesgo, pero presenta síntomas compatibles, también se realiza el cribado, al igual que si se contempla la donación pulmonar y/o intestinal. Los casos positivos o dudosos se descartan como donantes. En el momento actual, asegura también que el cribado de los donantes es universal, dada la situación epidemiológica nacional.