MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
En verano pasamos más tiempo al aire libre o en interiores con las ventanas abiertas, sobre todo este año en que todavía no hemos vencido completamente a la pandemia. Si a esto le sumamos que los insectos se multiplican con el calor, el resultado es el incremento de consultas por picaduras en los servicios de Urgencias que constatan cada año los profesionales.
Esta situación afecta especialmente a la población infantil, que es más vulnerable, según explica la doctora Guadalupe Aba Trigo, pediatra de la Maternidad HM Belén de A Coruña. La doctora conoce bien este problema, ya que cada verano atiende numerosas consultas por este motivo en el Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital HM Modelo.
"Las picaduras de insectos más frecuentes son las ocasionadas por mosquitos, seguidas de cerca por garrapatas; le siguen pulgas, arañas, hormigas, abejas y avispas y, en menor proporción, vemos mordeduras o picaduras causadas por animales marinos o terrestres: medusas, anémonas, fanecas o escarapotes y víboras", detalla la coordinadora de Urgencias Pediátricas de A Coruña.
Cataluña, Castilla y León y Galicia son las tres comunidades con mayor incidencia de mordeduras de víbora, que suelen afectar más a la población joven. La doctora Aba apunta que en estos casos "se debe inmovilizar la extremidad afectada, mantener a la persona tranquila y trasladarla lo más rápidamente posible a un centro hospitalario. Nunca se debe cortar ni manipular la zona de mordedura, y mucho menos aplicar torniquetes que puedan interrumpir el normal flujo sanguíneo". "El tratamiento principal se realiza con suero antiofídico", indica.
PICADURAS Y MORDEDURAS GRAVES
En general, las picaduras producen reacciones leves con dolor, ardor, inflamación, irritación y picor de diferente duración e intensidad. "En su mayoría son reacciones leves y transitorias que no revisten ningún peligro para la persona, incluso si se trata de un niño", resalta la doctora Aba.
El mayor riesgo es que la persona sea alérgica, en cuyo caso los síntomas pueden incluir inflamación de párpados o faringe, asociar tos, vómitos o dificultad para respirar. También se consideran de riesgo aquellas picaduras simples que afectan la cara, cuello, labios o párpados, o si son muy numerosas.
En esta situación se recomienda acudir a Urgencias, al igual que en picaduras que producen mayor afectación y cursan con dolor al inocular sustancias irritantes o venenosas, como en las causada por avispas, abejas, medusas o las fanecas o escarapotes. "Se debe aplicar frío o hielo local, y acudir rápidamente al servicio de urgencias", esgrime la doctora.
También se recomienda colocar hielo en las picaduras de insectos y utilizar una crema con corticoide. "Hay que evitar rascarse para no propagar la inflamación o causar infección, y si se trata de una picadura de abeja, hay que extraer el aguijón raspando la zona con un objeto plano, nunca con pinzas ya que propagan el veneno", argumenta la responsable de Urgencias. En el caso de medusas, anémonas o escarapotes, se deben retirar tentáculos, si los hay, lavar con agua y aplicar solución de amoníaco.
CONSEJOS BÁSICOS PARA EVITAR LAS PICADURAS VERANO
Para evitar las picaduras, los expertos aconsejan mantener las viviendas ventiladas y limpias de desperdicios, ya que atraen los insectos. Si hay mascotas en casa, deben desparasitarse regularmente y aplicar collares o sustancias antipulgas y antigarrapatas.
En bosques, campos o ríos se debe utilizar ropa clara y fresca de algodón, a ser posible con mangas y piernas largas, y calzado alto. Seguir rutas marcadas para minimizar el riesgo de mordeduras de víbora y ser cauteloso al pasar cerca de nidos de insectos, pues los movimientos rápidos o bruscos, pueden incrementar su agresividad.
No usar perfumes y aplicar repelente de insectos sobre la ropa o la piel, en este caso siempre después del protector solar. En la población infantil los expertos recomiendan utilizar solo los que son a base de citronella. Y si se va a hacer un viaje internacional hay que solicitar cita, con al menos un mes de antelación, en un Centro de Vacunación Internacional para informarse de las condiciones del lugar, las medidas preventivas y/o vacunas necesarias y la medicación que podría necesitarse antes de ir o al regresar.