MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las últimas investigaciones sobre una nueva y prometedora prueba genética para detectar el glaucoma, principal causa de ceguera en todo el mundo, han descubierto que tiene la capacidad de identificar 15 veces más personas con alto riesgo de padecerlo que una prueba genética ya existente.
El estudio, que acaba de publicarse en la revista 'JAMA Ophthalmology', se basa en una larga colaboración internacional entre la Universidad de Flinders y el Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofer, en Australia, y otros socios de investigación de todo el mundo para identificar los factores de riesgo genéticos del glaucoma.
"El diagnóstico precoz del glaucoma puede conducir a un tratamiento que salve la vista, y la información genética puede darnos una ventaja a la hora de realizar diagnósticos tempranos y tomar mejores decisiones de tratamiento", afirma el investigador principal, el profesor asociado Owen Siggs, de la Universidad Flinders de Australia Meridional y del Instituto Garvan de Investigación Médica de Sidney (NSW).
El autor principal, el profesor de la Universidad Flinders Jamie Craig, afirma que la última investigación pone de manifiesto el potencial de la prueba en la detección y el tratamiento del glaucoma.
"Las pruebas genéticas no son actualmente una parte rutinaria del diagnóstico y la atención del glaucoma, pero esta prueba tiene el potencial de cambiar eso --señala--. Ahora estamos en condiciones de empezar a probarlo en ensayos clínicos", afirma Craig, oftalmólogo consultor que también dirige un programa de investigación sobre el glaucoma líder en el mundo en la Universidad de Flinders.
Los últimos resultados comparan el rendimiento de las pruebas genéticas en 2507 personas australianas con glaucoma y 411.337 personas con o sin glaucoma en el Reino Unido. Una vez diagnosticado, varias opciones de tratamiento pueden ralentizar o detener la progresión de la pérdida de visión por glaucoma.
La nueva prueba, que se realiza a partir de una muestra de sangre o saliva, tiene el potencial de identificar a las personas de alto riesgo antes de que se produzca una pérdida de visión irreversible.
Los miembros del equipo de investigación también están poniendo en marcha una empresa derivada para desarrollar una prueba acreditada para su uso en ensayos clínicos, cuyo reclutamiento se espera que comience en 2022.