Las desigualdades de género empeoran el acceso de las mujeres a la atención del cáncer

Archivo - Mujer con cáncer escuchando música. Músicoterapia.
Archivo - Mujer con cáncer escuchando música. Músicoterapia. - KATARZYNABIALASIEWICZ - Archivo
Publicado: miércoles, 27 septiembre 2023 7:39

MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

Las dinámicas de poder desiguales en la sociedad tienen repercusiones negativas importantes en la forma en que las mujeres interactúan con la prevención, la atención y el tratamiento del cáncer. Según una nueva Comisión de 'The Lancet', la desigualdad de género y la discriminación influyen en los derechos y las oportunidades de las mujeres para evitar los factores de riesgo del cáncer e impiden su capacidad para buscar y obtener un diagnóstico oportuno y una atención oncológica de calidad.

Además, las desigualdades de género han dado lugar a una mano de obra de cuidadores no remunerada predominantemente femenina, y obstaculizan el avance profesional de las mujeres como líderes en la investigación, la práctica y la formulación de políticas sobre el cáncer, lo que a su vez perpetúa la falta de prevención y atención del cáncer centradas en la mujer.

Ante ello, la Comisión pide una nueva agenda feminista para la atención oncológica que elimine la desigualdad de género, en la que los sistemas sanitarios, el personal oncológico y los ecosistemas de investigación sean más inclusivos y respondan mejor a las necesidades de las mujeres, reduciendo así la carga mundial del cáncer.

El nuevo informe, 'Mujeres, poder y cáncer: A Lancet Commission', reúne a un equipo multidisciplinar y diverso de todo el mundo, entre los que se encuentran expertos en estudios de género, derechos humanos, derecho, economía, ciencias sociales, epidemiología, prevención y tratamiento del cáncer, así como defensores de los pacientes, para analizar cómo viven el cáncer las mujeres de todo el mundo y ofrecer recomendaciones.

"El impacto de una sociedad patriarcal en las experiencias de las mujeres con el cáncer ha pasado en gran medida desapercibido. En todo el mundo, la salud de la mujer se centra a menudo en la salud reproductiva y materna, en consonancia con las estrechas definiciones antifeministas del valor y el papel de la mujer en la sociedad, mientras que el cáncer sigue estando totalmente infrarrepresentado", alerta la doctora Ophira Ginsburg, Asesora Principal de Investigación Clínica del Centro de Salud Mundial del Instituto Nacional del Cáncer y copresidenta de la Comisión.

Un artículo publicado en la revista The Lancet Global Health junto con la Comisión utiliza la base de datos GLOBOCAN 2020 sobre mortalidad por cáncer del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) para estimar que 5,3 millones de adultos menores de 70 años murieron de cáncer en 2020 y que 2,3 millones de estas muertes por cáncer correspondieron a mujeres.

El estudio también sugiere que 1,5 millones de muertes prematuras por cáncer en mujeres podrían evitarse cada año mediante la eliminación de exposiciones a factores de riesgo clave o a través de la detección y el diagnóstico precoces, mientras que otras 800.000 vidas podrían salvarse cada año si todas las mujeres tuvieran acceso a una atención oncológica óptima.

Los debates sobre el cáncer en la mujer suelen centrarse en los "cánceres femeninos", como el de mama y el de cuello uterino, pero unas 300.000 mujeres menores de 70 años mueren cada año de cáncer de pulmón y 160.000 de cáncer colorrectal: dos de las tres principales causas de muerte por cáncer entre las mujeres en todo el mundo.

También consideran necesario un mayor escrutinio de las causas y los factores de riesgo del cáncer en las mujeres, ya que se conocen peor que los factores de riesgo del cáncer en los hombres, y de la relación entre los productos comerciales que utilizan predominantemente las mujeres --como ciertos tipos de implantes mamarios, aclarantes de la piel y alisadores del cabello-- y un mayor riesgo de cáncer.

"Aunque los hombres tienen un mayor riesgo de padecer la mayoría de los tipos de cáncer que se desarrollan en ambos sexos, las mujeres tienen aproximadamente la misma carga de todos los cánceres combinados, ya que el 48% de los casos de cáncer y el 44% de las muertes por cáncer en todo el mundo se producen en mujeres", afirma la doctora Verna Vanderpuye, asesora principal del Hospital Docente Korle Bu de Ghana y copresidenta de la Comisión.

"De los 3 millones de adultos menores de 50 años diagnosticados de cáncer en 2020, dos de cada tres eran mujeres. El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en las mujeres y muchas mueren en la flor de la vida, dejando atrás a un millón de niños, según las estimaciones, solo en 2020", recuerda.

En todo el mundo, las mujeres están en desventaja en cuanto a oportunidades de educación y empleo, y es más probable que dispongan de menos recursos económicos para hacer frente a los retos financieros relacionados con el cáncer, añaden.

"Las normas de género hacen que a menudo se espere que las mujeres den prioridad a las necesidades de sus familias a expensas de su propia salud, lo que a veces lleva a posponer la búsqueda de atención sanitaria. Esto puede verse agravado por el hecho de que las normas de género también excluyen a los hombres del cuidado de los niños en muchos entornos", añade la coautora, la profesora Nirmala Bhoo-Pathy, de la Universiti Malaya y la Queen's University Belfast.

Además, el cuidado no remunerado de enfermos de cáncer también lo asumen en gran medida las mujeres y está infravalorado por la sociedad. Los Comisarios sostienen que los cuidados representan un valor sustancial para la economía y piden que se establezcan normas salariales justas e integradoras para los cuidadores de enfermos de cáncer, teniendo en cuenta no sólo su valor monetario sino los efectos de los cuidados en la independencia y el potencial económico de las mujeres.

Y el sexismo dentro de los sistemas sanitarios, en forma de prejuicios de género inconscientes y discriminación, puede hacer que las mujeres reciban una atención que no es óptima. Varios estudios han revelado que las mujeres con cáncer tienen más probabilidades de manifestar un alivio inadecuado del dolor y un mayor riesgo de infratratamiento del dolor que los hombres.

Y estos prejuicios de género pueden intensificarse cuando la persona que padece cáncer también forma parte de un grupo étnico o indígena marginado o tiene una orientación sexual o identidad de género diversa.

Las desigualdades de género en la sociedad también repercuten en el personal que trabaja en la lucha contra el cáncer, así como en los pacientes y cuidadores, y las mujeres están significativamente infrarrepresentadas como líderes.

Un nuevo análisis del liderazgo de las organizaciones miembros de la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) realizado para la Comisión revela que, aunque las organizaciones de América del Norte, América del Sur y Oceanía parecen tener aproximadamente el mismo número de líderes masculinos y femeninos en las organizaciones contra el cáncer, la representación de las mujeres en puestos de liderazgo sigue siendo sustancialmente inferior en Asia, África y Europa.

"Una parte clave, aunque a menudo infravalorada, del personal oncológico son los defensores del cáncer, que en su mayoría son mujeres y representan a la población más afectada por el cáncer. Los responsables políticos y las instituciones académicas y médicas deben reconocer plenamente su valor e integrarlos en todos los aspectos de la atención continuada del cáncer", afirma la coautora Carolyn Taylor, fundadora y directora ejecutiva de Global Focus on Cancer.

Para contrarrestar el impacto negativo de la desigualdad de género y transformar la forma en que las mujeres interactúan con el sistema sanitario oncológico, la Comisión aboga por la inclusión del sexo y el género en todas las políticas y directrices relacionadas con el cáncer, de modo que respondan a las necesidades y aspiraciones de todas las mujeres, ya sean pacientes, profesionales sanitarios o investigadoras.

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