MADRID 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cada vez más guías describen explícitamente actividades diagnósticas o farmacológicas de bajo valor, según una revisión de guías de enfermedades vasculares del Comité Español Interdisciplinario para la Prevención Vascular (CEIPV), comité integrado por 14 sociedades científicas, el instituto Carlos III y el Ministerio de Sanidad, que ha identificado 141 recomendaciones en estilos de vida, pruebas diagnósticas o intervenciones farmacológicas de escaso o nulo valor preventivo.
El documento, que se ha publicado en la revista 'Hipertensión y Riesgo Vascular', tiene como investigador principal y primer autor al secretario del Grupo de Prevención de Enfermedades Cardiovasculares del PAPPS-semFYC, Carlos Brotons.
Las enfermedades vasculares (EV) son la principal causa de muerte en España, con 121,341 muertes en 2022, representando el 26,1% de todas las muertes. Aunque la mortalidad ha disminuido del 34,9% en 2000 al 24,3% en 2022, las EV continúan teniendo un impacto significativo en la salud pública.
La mortalidad por EV ha estado disminuyendo desde mediados de la década de 1970, principalmente debido a la reducción de la mortalidad por enfermedades cerebrovasculares y coronarias. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 interrumpió esta tendencia, causando un aumento en la mortalidad por EV en los últimos años. La prevalencia de EV en España en 2019 fue del 9,8%; el 52,6% de los afectados eran mujeres y el 47,4% eran hombres.
Estas cifras, recuerdan, "resaltan la importancia de abordar los factores de riesgo vascular, considerando las inequidades en salud, particularmente las disparidades de género, para continuar reduciendo la carga de estas enfermedades y evitar prácticas clínicas de bajo valor".
Las prácticas de bajo valor, también llamadas prácticas innecesarias o prácticas a evitar, son intervenciones que no proporcionan beneficios para la salud debido a la falta de eficacia, riesgos asociados o la disponibilidad de alternativas igualmente efectivas, pero menos costosas. Parte del aumento de la prevalencia de algunas enfermedades se debe al sobrediagnóstico, el sobretratamiento y la atención sanitaria centrada en prácticas de bajo valor.
Se revisaron un total de 38 guías de práctica clínica y documentos de consenso de organizaciones internacionales en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Europa. De estos, 28 incluyeron entre 1 y 20 recomendaciones sobre prácticas de bajo valor en la prevención vascular, resultando en 141 recomendaciones analizadas, entre las que los autores identificaron un total de 98 recomendaciones sobre tratamiento de bajo valor o innecesarias (68.8% de todas las recomendaciones).
De estas, el 28,6% se refería al tratamiento antitrombótico, el 27,6% al tratamiento hipolipemiante, el 24,5% al tratamiento antihipertensivo, el 7,1% al tratamiento para el control de la frecuencia cardíaca, el 2% al tratamiento antidiabético y el 10,2% a otros tratamientos.