MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un grupo de condiciones intestinales inflamatorias crónicas de causa desconocida y su diagnóstico precoz permite prever la evolución de esta con un tratamiento más eficaz y un mejor control del curso de la patología, según se ha destacado durante el LXXVI Congreso Anual de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), celebrado recientemente en Madrid.
En esta línea, los especialistas han señalado un "cambio de paradigma" en el enfoque del tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal basado en la prevención, pues detectarla lo antes posible permite individualizar el momento justo de iniciar el tratamiento en cada paciente, prescribir el fármaco más adecuado en su dosis más conveniente y el tiempo de duración del mismo.
Sin embargo, todavía se necesitan herramientas de diagnóstico "que permitan definir los factores de riesgo para detectar qué pacientes tendrán una evolución más complicada, especialmente en la enfermedad de Crohn, una de las afecciones que cursan enfermedad inflamatoria intestinal -junto con la colitis ulcerosa-", ha subrayado el vicepresidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y jefe de Servicio del Hospital de Manises en Valencia, Joaquín Hinojosa del Val.
A pesar de esto, sí existen una serie de parámetros clínicos que establecen cuáles serán los enfermos que sufran complicaciones, según ha explicado el experto de la SEPD y responsable de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Manuel Barreiro de Acosta, factores de riesgo como la edad, pues se ha comprobado que las personas que sufren EII siendo más jóvenes, antes de los 18 años, desarrollan formas más graves de esta patología; la aparición de fístulas, en los estadios más avanzados; el tabaco, ya que en los pacientes fumadores se ha detectado más riesgo de cirugía, complicaciones y una peor respuesta a los tratamiento; el haber sido tratado con corticoides; y evaluar la zona concreta que afecta al tubo digestivo.
Por otro lado, durante el congreso, se ha recalcado que, gracias a los avances en el conocimiento de las causas de la EII, se han podido desarrollar nuevas terapias biológicas que actúan contra diferentes factores inmunológicos e inflamatorios implicados en la regulación y mantenimiento de la misma, un tratamiento que está avanzando y en el que existen fármacos que actúan inhibiendo y modulando la actividad inflamatoria por vías y mecanismos de acción muy específicos.
Actualmente, la eficacia de estos medicamentos y su seguridad han sido evaluadas, aunque, a pesar de estos avances, aproximadamente una cuarta parte de los pacientes que sufren EII necesitarán cirugía al cabo de los cinco años posteriores al diagnóstico. Por lo que, con el fin de modificar realmente el curso de la enfermedad, es probable que sea necesario introducir agentes biológicos en las primeras fases de la enfermedad, según han señalado los especialistas.