MADRID 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los funcionarios de salud pública tienen que tomar una decisión difícil cuando se trata de evaluar a las personas para detectar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH): realizar un análisis de sangre fiable que pueda detectar infecciones desde el principio, pero pocas personas se ofrecerán voluntariamente, o suministrar a las personas una prueba conveniente que se realiza con saliva que es menos fiable durante las primeras etapas de la infección.
Una nueva prueba podría cambiar ese panorama. Desarrollada por químicos de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, Estados Unidos, en colaboración con el Laboratorio de Salud Pública del Condado de Alameda, el test combina la practicidad de escupir en un recipiente con la fiabilidad de los análisis de sangre, informan sus autores en un artículo publicado en la edición de este lunes de 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
"Cuanto antes se pueda detectar, mejor, porque las personas pueden infectar a otras personas", resalta la investigadora Carolyn Bertozzi, profesora de Química de la Facultad de Humanidades y Ciencias de Stanford. "Todos los días que pasa el hecho de que el comportamiento de una persona no se modifica en función de su estado de VIH es un día en que podrían estar infectando a otras personas, especialmente a los jóvenes", insiste Bertozzi.
Con mucho, la forma más común de detectar la infección por VIH es buscar en una muestra de sangre anticuerpos, proteínas que el sistema inmunológico crea a medida para atacar al virus y luchar contra la infección. Esa prueba es mucho más práctica que una búsqueda directa del virus, en parte porque los anticuerpos son relativamente abundantes en el torrente sanguíneo después de las primeras etapas de la infección.
Sin embargo, existe un inconveniente importante, especialmente para los funcionarios de salud pública y los investigadores que desean, a veces necesitan, someter a muchas personas a pruebas rápidamente para ayudar a contener la propagación de la enfermedad: las agujas.
"Hay muchas poblaciones a las que no se puede llegar mediante análisis de sangre", afirma el autor principal del nuevo artículo, o Cheng-ting "Jason" Tsai, estudiante graduado en el laboratorio de Bertozzi. "Pero si se empelan fluidos orales, entonces de repente se abre una nueva población a la que de otra forma no tendrías acceso", agrega.
Pero las pruebas de fluidos orales tienen sus propios problemas. Aunque hay anticuerpos contra el VIH en la saliva, no se acumulan a los niveles que tienen en la sangre, ni a la misma velocidad, lo que significa que simplemente no hay muchos presentes, especialmente desde el principio. Para cuando las pruebas de fluidos orales pueden detectar el VIH de manera fiable, dice Bertozzi, ha pasado mucho tiempo y en ese momento, la infección podría extenderse.
Por ello, el trabajo del equipo era encontrar la manera de facilitar la detección de la pequeña cantidad de anticuerpos presentes en la saliva de una persona con VIH. Para hacer eso, realizaron un enfoque indirecto: en lugar de buscar los anticuerpos en sí mismos, buscaron qué podrían hacer los anticuerpos.
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El equipo aprovechó una característica clave de los anticuerpos: tienen dos brazos, cada uno de los cuales se adhiere fácilmente a un virus como el VIH. Tomaron trozos de VIH y los unieron a una u otra mitad de un fragmento de ADN y luego agregaron los trozos de VIH modificados en la muestra de saliva. Si la muestra contenía anticuerpos contra el VIH, sus dos brazos agarrarían el VIH etiquetado, juntando las dos mitades del ADN en un filamento continuo. Una vez que la pieza de ADN se completa, es fácil de detectar usando técnicas de laboratorio estándar.
Todo esto se puede hacer sin requerir una muestra de sangre o mucha tecnología para procesar las muestras que se toman, según Bertozzi. Aunque los investigadores dicen que se necesitan más estudios para confirmar los resultados, los primeros experimentos muestran que funciona bien: la prueba diagnosticó correctamente a 22 personas que participaron en un esfuerzo de detección en el condado de Alameda, California, Estados Unidos, cada una de las cuales dio positivo en el VIH utilizando otros métodos. La prueba no detectó falsamente el VIH en los 22 participantes VIH negativos adicionales.
También puede funcionar antes en comparación con otras pruebas de saliva, aunque no antes de los análisis de sangre existentes. En un conjunto de ocho muestras que habían producido resultados mixtos con la prueba de saliva estándar actual, seis resultaron positivas con la nueva prueba de VIH, y una de ellas se confirmó mediante un análisis de sangre. Aunque esos resultados son preliminares, sugieren que la nueva prueba es más sensible y podría detectar la infección por VIH antes que otras.
"Nuestra esperanza es que podamos obtener una lectura anterior a la presente prueba oral porque la sensibilidad es mejor", dice Bertozzi. Más allá del VIH, esta investigadora y Tsai consideran que los mismos principios pueden ser útiles para las pruebas de alergia y las pruebas de detección de infección por tifoidea y tuberculosis. El equipo también está investigando el método como una forma de evaluar la eficacia de los esfuerzos de vacunación contra el sarampión.