MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona y la Universidad Andina de Bolivia han validado el uso combinado de dos pruebas rápidas de diagnóstico en sangre de la enfermedad de Chagas que permitiría iniciar antes el tratamiento y, por ende, aumentar su eficacia.
El trabajo, publicado en la revista 'Plos Neglected Tropical Diseases', indica que el uso en paralelo de ambos test permitiría reemplazar las pruebas convencionales que se usan actualmente, sobre todo en zonas remotas, que resultan más laboriosas.
El estudio se realizó en Bolivia porque es el país con mayor prevalencia de la enfermedad, con un 6 por ciento de la población afectada, e incluyó muestras de sangre de 342 pacientes que acudieron un centro de referencia en la ciudad de Sucre.
De este modo, vieron que la combinación de las pruebas 'Stat-Pak' y 'Chagas Detect Plus', que detectan anticuerpos contra diferentes proteínas del parásito, permitía una sensibilidad del 100% y una especificidad del 99,3 por ciento, comparado con pruebas convencionales.
"La ventaja de usar estos tests es que no requieren electricidad, ni temperaturas bajas, y pueden dar resultados en una hora directamente a partir de una muestra de sangre", ha explicado María Jesus Pinazo, coordinadora del estudio.
La enfermedad de Chagas es causada por el parásito 'Trypanosoma cruzi' y se estima que entre 6 y 7 millones de personas están infectadas por el parásito, de los que un 30 por ciento con infección crónica acabará desarrollando complicaciones digestivas o cardiacas graves.
El problema es que la fase aguda de la infección generalmente pasa desapercibida, mientras que en la fase crónica el parásito se "esconde" y es difícil detectarlo directamente, por lo que la única manera de detectarlo en esta fase es por medio de anticuerpos contra el parásito, pero las pruebas serológicas convencionales requieren laboratorios equipados y personal entrenado.
Aunque existen pruebas rápidas de diagnóstico, el resultado debe ser confirmado por pruebas convencionales, lo cual ralentiza la iniciación del tratamiento. Y cuanto más tarde se inicia el tratamiento, menos eficaz es, según resaltan los autores.