El uso de suero de otro paciente podría acortar la sintomatología pero también conlleva riesgos

Atención de Manuel García Viejo
Foto: CONSEJERIA DE SANIDAD
Actualizado: lunes, 22 septiembre 2014 18:30

MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El uso de suero de otro paciente que ya ha superado el virus del ébola para tratar al misionero Manuel García Viejo puede servir para acortar la sintomatología pero no está exento de riesgos ya que "podría dar lugar a reacciones y efectos poco controlados", según ha reconocido Rafael Cantón Moreno, vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

   La Comunidad de Madrid ha informado este lunes de que se está buscando suero inmune de antiguos pacientes de la enfermedad del ébola para usarlo como terapia experimental y, de hecho, el Ministerio de Sanidad ha avanzado que están en negociaciones con Alemania para ver si se pueden utilizar muestras de un paciente que ha sobrevivido al virus.

   Esta alternativa terapéutica, según ha reconocido Cantón Moreno en declaraciones a Europa Press, es "muy clásica" y se ha usado de forma tradicional para combatir otros virus o agentes bacterianos "ya antiguos" pero que "ahora prácticamente no se utiliza", y consiste en "administrar defensas que se han producido en una persona que ha superado la infección".

   "No es algo nuevo", ha admitido este experto, que sin embargo ha explicado que "es una forma de actuar que no ha continuado al contar con otras opciones terapéuticas más eficaces y seguras", como estimulantes del sistema inmune o las vacunas.

   En este caso, y dado que no existe ningún tratamiento específico para combatir el ébola, se trata de una alternativa que podría utilizarse ya que "podría acortar la sintomatología y la duración de los síntomas".

   Sin embargo, ha añadido, puede dar lugar a muchas reacciones y efectos poco controlados "por la no especificidad y el efecto inmunogénico de lo que se está utilizando".

   "Los efectos adversos suelen estar relacionados con una reacción alérgica exacerbada a proteínas extrañas del propio organismo, que es lo que hace que los síntomas puedan agravarse", ha detallado el vicepresidente de SEIMC, de ahí que deben ser los médicos que atienden a García Viejo los que deben medir la compatibilidad y la idoneidad del tratamiento en este caso.

LA ÚNICA OPCIÓN SIGUE SIENDO EL TRATAMIENTO DE SOPORTE

   Por el momento, la única opción para combatir el virus es usar un tratamiento sintomático o de soporte, basado en controles de temperatura con fármacos o sueroterapia para impedir que el paciente se deshidrate.

   No obstante, reconoce que "lo ideal" sería tener un tratamiento antivírico, al igual que sucede con otros virus como el VIH o el de la hepatitis C, que actúa directamente contra el virus y no se centra en la interacción del virus con el organismo.

   En esta segunda línea de investigación se encontraría el 'Zmapp', fármaco experimental utilizado con el primer afectado por ébola que se repatrió a España, Miguel Pajares, del que sin embargo actualmente no hay dosis disponibles.

   Este experto cree que su eficacia debe todavía demostrarse en condiciones reales ya que por el momento solo hay datos de eficacia obtenidos en ensayos clínicos controlados con individuos que son evaluados desde el principio, lo que hace que cuando se ha usado en los países afectados "los resultados no hayan sido tan buenos".