MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en el Congreso de la Sociedad Europea de Radiología Intervencionista y Cardiovascular (CIRSE), que se está celebrando en Barcelona, han destacado la eficacia de la embolización prostática en la reducción del volumen de la próstata y mejora de los síntomas urinarios con preservación de la función sexual.
Se trata de una técnica mínimamente invasiva que comenzó a emplearse en 2009 para tratar la hiperplasia benigna de próstata (HBP), y que ya supone una alternativa a la cirugía para tratar esta patología que afecta a más de la mitad de los hombres de entre 60 y 70 años, y al 75 por ciento de los más ancianos.
"En la actualidad ya contamos con un estudio con 630 pacientes que demuestra los efectos positivos de la embolización de las arterias de la próstata, con tasas de éxito superiores al 80 por ciento en un plazo de uno a tres años de seguimiento, y superior al 75 por ciento a los seis años. Las ventajas se traducen en la reducción del volumen de la próstata y mejoría significativa de los síntomas urinarios con preservación de la función sexual", ha comentado la 'chairperson' del comité local de CIRSE 2016 y representante de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI), Marta Burrel.
Del mismo modo se ha pronunciado la radióloga intervencionista miembro del Comité Local del Congreso, Elena Escalante, quien ha informado de que los pacientes candidatos a esta práctica serán, inicialmente, aquellos que no pueden ser sometidos a cirugía de resección de la próstata por su edad o por la presencia de otras patologías, pero en un futuro podría llegar a ser una alternativa a la cirugía prostática en la HBP.
Esta alternativa a la cirugía, tal y como ha asegurado la doctora Escalante, mejora la calidad de vida del paciente, presenta un riesgo menor de complicaciones y no altera la función sexual, que es uno de los efectos secundarios más temidos de la cirugía prostática.
INGRESO DE APENAS 24 HORAS
Ahora bien, la principal limitación de la técnica es la presencia de arteriosclerosis grave, frecuente en estos pacientes mayores, y que puede hacer imposible la cateterización y oclusión de las arterias prostáticas. No obstante, y respecto a la cirugía, al ser una técnica mínimamente invasiva, se requiere un ingreso corto de apenas 24 horas y se realiza sin necesidad de anestesia general, lo que disminuye aún más el riesgo de complicaciones.
Actualmente la embolización prostática se realiza en "muy pocos" centros en España, pero, según han asegurado los expertos, los datos de eficacia auguran un "aumento exponencial" de esta técnica en los próximos años. En este sentido, en el Complejo Hospitalario de Navarra se ha establecido un protocolo para iniciar la práctica de este procedimiento mínimamente invasivo en pacientes seleccionados.
"La técnica requiere la valoración clínica previa del paciente por el servicio de urología (examen rectal, ecografía transrectal, análisis PSA, uroflujometría y valoración urodinámica, escala 'IPSS', calidad de vida 'QoL', y escala internacional de función eréctil -IIEF) y la realización de un 'AngioTC' previo al procedimiento para estudiar las arterias de la pelvis", ha comentado el presidente de SERVEI, Enrique Esteban.
Por último, el doctor del servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona, Antonio Alcaraz, ha insistido en que la embolización prostática es una nueva técnica mínimamente invasiva de tratamiento para pacientes con un gran crecimiento (benigno) de la próstata que permite, en un alto porcentaje de pacientes que han perdido su capacidad para vaciar la vejiga, poder volver a orinar de forma espontánea. "El perfil de pacientes en el que tiene mayor interés esta técnica, es el anciano debilitado portador de una sonda vesical, debido a su bajo nivel de complicaciones", ha zanjado.