La enfermedad de Lyme, transmitida por garrapatas, puede controlarse con gestión de hábitat como la densidad de ciervos

Garrapata, pulga, escabarajo
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Actualizado: martes, 9 mayo 2017 13:26


MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -

Los planes para la conservación del hábitat y de la vida salvaje, por ejemplo con la gestión de densidades de especies como los ciervos, necesitan tener en cuenta el riesgo de enfermedad de Lyme, una infección provocada por la mordedura de garrapatas, que está aumentando en Reino Unido y está incrementando su incidencia en la población de ese país y en amplias zonas de Europa y de Norteamérica.

Esta es una de las principales recomendaciones de un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Glasgow y que ha sido publicado por la 'Philosophical Transactions of the Royal Society B', que ha concluido que varias acciones de conservación podrían incrementar la abundancia de garrapatas, que transmiten, entre otras, la enfermedad de Lyme.

La investigación, en la que también ha colaborado el Instituto para la Salud Pública de Inglaterra James Hutton, ha examinado como las actividades de gestión de la conservación pueden afectar a las poblaciones de garrapatas, a las comunidades que albergan vida salvaje y en la transmisión de la Borrelia bacteria que también puede causar la enfermedad de Lyme y, por último, el riesgo de contraer la enfermedad de Lyme.

El estudio ha determinado que la gestión de la conservación y la biodiversidad ambiental tiene numerosos efectos positivos, incluido beneficios para la salud humana y el bienestar de pasar tiempo en la naturaleza; sin embargo, los investigadores sugirieron que en la toma de de decisión en planificación se deberían tener en cuenta vectores de enfermedades provocadas por garrapatas y otros mosquitos.

La autora principal del estudio Caroline Millins, de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universiad de Glasgow y el Instituto de Biodiversidad, Salud Animal y Medicina Corportativa (BAHCM) ha dicho que se han identificado varias prácticas de gestión de conservación que podrían afectar a la enfermedad de Lyme, como son la gestión de las poblaciones de ciervos, la regeneración de los bosques, el reverdecimiento urbano y el control de especies invasoras.

Finalmente, ha dicho que los ciervos son frecuentemente la llave para mantener las poblaciones de garrapatas pero no llegan a ser infectados con la bacteria. Por lo tanto, los investigadores señalan que reducir su densidad puede reducir también la densidad de garrapatas y, por ende, del riesgo de transmisión de la enfermedad.

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