MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El mundo actual inter-conectado e inter-dependiente, sobre todo el desplazamiento de la población debido al turismo, ha propiciado que la propagación internacional de enfermedades infecciosas como el dengue, el zika o la fiebre de Crimea Congo siga siendo un problema global de seguridad sanitaria, según han destacado los especialistas durante el LII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Critica y Unidades Coronarias (SEMICYUC).
De las enfermedades mencionadas, la que tiene registrado un mayor número de muertes a nivel mundial es el dengue, debido a la gran cantidad de casos diagnosticados, aunque la mortalidad se sitúa en un 3 por ciento en caso de dengue grave; el zika tiene menos del 1 por ciento de mortalidad; y en el caso de la fiebre de Crimea Congo, la mortalidad asciende a un 15-30 por ciento, aunque la incidencia es menor que en los casos anteriores.
"Cualquier epidemia de este tipo conlleva caos social y del sistema sanitario y, por ello, hay que dedicar tiempo a formación y manejo de la enfermedad, un tiempo del que no se dispone si se propaga muy rápidamente", ha explicado la especialista de Medicina Interna del Hospital de Lleida en la Unidad de Medicina Tropical, María Ramírez.
En el caso de España, es la presencia del mosquito tigre lo que preocupa a los especialistas, pues este es un transmisor de muchas enfermedades tropicales y se propaga con mucha facilidad y, en esta época del año, España se convierte en un referente mundial turístico, recibiendo millones de turistas de todo el mundo que se mueven a lo largo y ancho de las costas españolas, un hecho que eleva el riesgo de contagio.
Junto con el mosquito tigre, otra de las preocupaciones son la fiebre de Crimea Congo, que se transmite por garrapatas, y es altamente contagiosa (no tanto como el ébola), pero a nivel hospitalario requiere aislamiento, trajes y filtros específicos y cuidados especiales; el dengue, producido por picadura (no por contacto), en la que sus manifestaciones pueden llegar a ser graves y requerir ingreso en UCI; el zika, que se contagia mediante la picadura de mosquito, pero también por transmisión sexual, y puede provocar malformaciones fetales en caso de embarazo; y la estrongiloidiasis diseminada, un parásito muy agresivo, sobre todo en pacientes inmunodeprimidos, donde el porcentaje de mortalidad puede alcanzar el 80 por ciento.
Aunque estas enfermedades no solo se propagan debido al turismo, pues existen otros factores como la alimentación en el comercio internacional o los cambios sociales, los viajes turísticos sí son el factor con el que más se asocian y, por ello, la doctora Ramírez ha recomendado "acudir a centros de salud internacional antes de realizar un viaje a algún país tropical, para así obtener información acerca de las enfermedades que pueden adquirir y la forma de prevenir su contagio".
RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS
A pesar de que existen medidas de protección, las enfermedades emergentes están empezando a manifestar multirresistencia a estas, como en el caso de la malaria, con la que los especialistas han podido observar cómo esta patología ha desarrollado síntomas de resistencia a los antibióticos -hasta el momento la forma de combatir la enfermedad- en África y Asia.
Por todo ello, la actuación rápida en caso de enfermedades emergentes es vital para el bienestar del paciente, momento en el que la coordinación entre los médicos especializados en estas enfermedades y las unidades de cuidados intensivos se vuelve fundamental.
"El primer paso si llega un caso de enfermedad emergente a una UCI es comunicarlo a las entidades de salud pertinentes y tomar medidas de aislamiento estrictas y necesarias para evitar su propagación. La formación periódica al personal sanitario de las unidades es fundamental para que sean conscientes de su importancia, ha concluido la doctora.