MURCIA 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
La enuresis es mucho más frecuente de lo que se percibe en las consultas de pediatría y está infradiagnosticada, según han señalado en un encuentro que ha reunido a médicos de Atención Primaria, Pediatras de Asistencia Primaria y Especializada, Gastroenterólogos pediátricos, Cirujanos Pediátricos y Urólogos pediátricos de Alicante, Murcia y Albacete.
Los expertos, reunidos en la 'Jornada de Urología y Gastroenterología en Pediatría', que ha contado con la colaboración de Ferring, han centrado su atención en dos grandes temas, el primero de ellos la enuresis que, según palabras de Jerónimo Gonzálvez Piñera, jefe de Cirugía pediátrica del Hospital General Universitario de Alicante, ponente y Coordinador de la Jornada "es mucho más frecuente de lo que se percibe en las consultas de pediatría y está infradiagnosticada".
Con una prevalencia similar a los países de nuestro entorno que varía entre un 15 y el 20 por ciento de los niños a los 5 años, y un descenso continuado hasta colocarse en torno al 1-3 por ciento en la etapa de adolescencia y edad adulta, la enuresis afecta en mayor medida a niños que a niñas.
Los expertos reunidos han coincidido en el cambio positivo experimentado en los últimos años en nuestra sociedad; así, indican, hace años los padres apenas consultaban por este problema, banalizándolo, siendo en algunos casos muy tolerantes pues en ocasiones también habían sufrido el problema y, o bien les daba vergüenza realizar la consulta, o simplemente dejaban pasar el tiempo esperando a su resolución espontánea.
Hoy en día se consulta con mayor frecuencia debido a avances que nuestra sociedad ha experimentado y que ofrecen a los niños con actividades extraescolares, acampadas y pernoctaciones en casas de amigos, en los que la enuresis se convierte en un problema de suma importancia.
"La enuresis crea un impacto emocional negativo en los niños que la sufren, con pérdida de autoestima y alteraciones importantes en su vida de relación, con retraimiento social e incluso depresión", asegura Gonzálvez, "y debemos afrontar con la importancia que merece pues tenemos tratamientos con eficacia probada para ayudar a estos pacientes a solucionar su problema", continúa.
En el caso de los niños y adolescentes el médico de atención primaria es el profesional más indicado para valorar los criterios de derivación a Atención Especializada, aunque en términos generales, deben ser remitidos al especialista aquellos niños con enuresis nocturna monosintomática con tratamientos ineficaces o en los que se asocian otros síntomas diurnos como escapes de orina, urgencia miccional, trastornos miccionales, infecciones recurrentes del tracto urinario, en los que hay que realizar estudios complementarios para descartar alteraciones orgánicas o funcionales del tracto urinario inferior.
La segunda parte de la Jornada se dedicó a poner en común experiencias de los expertos sobre la microbiota, los probióticos y afecciones gastrointestinales en la edad pediátrica.
"La microbiota intestinal es el conjunto de seres vivos que habitan en el tubo digestivo y que ejercen efectos generalmente beneficiosos", indicó Mercedes Juste, de la Unidad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico Universitario San Juan de Alicante y ponente de la Jornada.
Las patologías que, con más frecuencia afectan a la microbiota son las diarreas agudas, las diarreas asociadas a antibióticos y las diarreas persistentes, aunque hay otras patologías con las que podría establecerse relación como son algunos trastornos funcionales, la infección por helicobacter pylori, entre otros. Estos trastornos se pueden dar en cualquier tramo de la edad pediátrica.
Y es que, para este tipo de afecciones están indicados los probióticos "seres vivos que se administran por vía oral, que en general tienen un efecto beneficioso, en algunos casos demostrado científicamente", comenta Juste, y continúa "actualmente existe evidencia científica de efecto beneficioso en la diarrea aguda y en la diarrea asociada a antibióticos y, probablemente, en la diarrea persistente".
Aunque los probióticos no son medicamentos lo más adecuado es que sea un profesional sanitario quien los indique pues son cepa-dependientes y dosis-dependientes, esto es, cada alteración necesita de una cepa y una dosis de probiótico.
El Lactobacillus GG (LGG) ha demostrado científicamente su eficacia en diarrea asociada a antibiótico, en una concentración de microorganismos vivos de 6 x 109, que es la que actúa a nivel del tubo digestivo estabilizando la composición de la flora bacteriana, incrementando la resistencia del organismo frente a patógenos y mejorando y activando las defensas.