El español que cruzó a nado el Canal de la Mancha por los cuidados paliativos, reconocido por el Hospital Cruz Roja

El Hospital Universitario Cruz Roja celebra un acto de reconocimiento al nadador Darío Fernández, que cruzó a nado el Canal de la Mancha para recaudar fondos para cuidados paliativos - COMUNIDAD DE MADRID

MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Universitario Cruz Roja ha celebrado un acto de reconocimiento al nadador Darío Fernández, que el pasado verano cruzó a nado en solitario el Canal de la Mancha en el marco de una iniciativa solidaria para recaudar fondos para la Unidad de Cuidados Paliativos del centro hospitalario.

El madrileño de 48 años, residente en Irlanda desde hace ya 20 años, completó con éxito su travesía por el paso de Calais, desde el puerto británico de Dover hasta la muesca de Sillers, en la localidad francesa de Framezelle, en 10 horas y 42 minutos.

Una marca que le convirtió en el quinto mejor español de todos los tiempos en completar el recorrido, y el cuarto mejor tiempo desde el comienzo de esta temporada de nado en el canal.

Todo ello con el objetivo de impulsar una campaña de donaciones para los cuidados paliativos en España, en una iniciativa en memoria de su madre, fallecida el año pasado a causa de un cáncer en la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital Cruz Roja de Madrid.

Además de rendir un homenaje a su madre, Darío ha querido hacer un reconocimiento a los profesionales de Cuidados Paliativos que acompañaron a la paciente y a su familia en sus últimos días.

Con la asistencia de la directora general de Humanización, Atención y Seguridad del Paciente, Celia García Menéndez, con este acto de reconocimiento también ha querido también se ha querido subrayar lo "necesario e imprescindible" que es el trabajo de los Equipos de Cuidados Paliativos, ha destacado el centro hospitalario en un comunicado.

En concreto, estos ofrecen un apoyo y un acompañamiento que es fundamental para las personas ingresadas en estas unidades y para sus familias, que tienen que afrontar un momento de gran dificultad.