MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos ha añadido ocho sustancias al Informe sobre Carcinógenos, con lo que la lista total asciende a 256 sustancias que se sabe, o se puede prever razonablemente, que causan cáncer en los seres humanos.
Este es el 15 Informe sobre Carcinógenos, un informe acumulativo encargado por el Congreso y preparado por el Programa Nacional de Toxicología (NTP) para el Secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, que se publica coincidiendo con el 50 aniversario de la Ley Nacional del Cáncer de 1971, que inició la guerra del país contra el cáncer.
En el nuevo informe, la infección crónica por la bacteria 'Helicobacter pylori' (H. pylori) aparece como un carcinógeno humano conocido. El trióxido de antimonio, producto químico ignífugo, y seis ácidos haloacéticos (HAA) que se encuentran en los subproductos de la desinfección del agua, figuran en la lista de los carcinógenos humanos razonablemente previstos.
"El cáncer afecta a la vida de casi todo el mundo, ya sea directa o indirectamente --recuerda el doctor Rick Woychik, director del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental y del NTP--. Dado que la identificación de carcinógenos es un paso clave en la prevención del cáncer, la publicación del informe representa una importante actividad gubernamental para mejorar la salud pública".
El informe sobre carcinógenos identifica muchos factores ambientales diferentes, denominados colectivamente sustancias, que incluyen productos químicos; agentes infecciosos, como los virus; agentes físicos, como los rayos X y la radiación ultravioleta; y escenarios de exposición. Las sustancias se enumeran como carcinógenos humanos conocidos o como carcinógenos humanos razonablemente previstos, para indicar el peligro potencial.
El informe no incluye estimaciones del riesgo de cáncer porque hay muchos factores que afectan a la posibilidad de que una persona desarrolle o no un cáncer. Entre ellos se encuentran la potencia carcinógena de la sustancia, el nivel y la duración de la exposición, y la susceptibilidad del individuo a la acción carcinógena de la sustancia.
Respecto al 'H. pylori', recuerda que es una bacteria que coloniza el estómago y puede causar gastritis y úlceras pépticas. La mayoría de las personas no muestran síntomas. La infección crónica puede provocar cáncer de estómago y un tipo raro de linfoma estomacal. La infección se produce principalmente por el contacto de persona a persona, especialmente en condiciones de hacinamiento, y puede producirse al beber agua de pozo contaminada con 'H. pylori'.
Las personas que viven en la pobreza y ciertos grupos raciales, étnicos y de inmigrantes se ven afectados de forma desproporcionada por la infección por 'H. pylori'. El tratamiento de las personas infectadas que tienen úlceras estomacales o signos de infección estomacal puede disminuir su riesgo de cáncer.
Por lo que se refiere al trióxido de antimonio, se utiliza principalmente como componente de retardantes de llama en plásticos, textiles y otros productos de consumo. La mayor exposición se produce entre los trabajadores que producen la sustancia o la utilizan para fabricar retardantes de llama.
Otras personas están potencialmente expuestas a bajos niveles de trióxido de antimonio al respirar aire exterior contaminado o polvo procedente del desgaste de productos de consumo tratados con retardantes de llama, como alfombras y muebles. Las agencias estatales y federales de Estados Unidos limitan la exposición a esta sustancia en el lugar de trabajo y en el medio ambiente a través de la regulación.
Los seis ácidos haloacéticos (HAA) encontrados como subproductos de la desinfección del agua se forman durante la desinfección del agua a partir de una reacción entre los agentes de desinfección a base de cloro y la materia orgánica del agua de origen.
En Estados Unidos 250 millones de residentes utilizan sistemas de agua comunitarios y están potencialmente expuestos a los HAA en el agua desinfectada. Los sistemas municipales de agua hacen un seguimiento de algunos HAA. Las mejoras en la tecnología de desinfección, como los métodos de filtración, pueden reducir los niveles de HAA en el agua potable.
Los seis HAA incorporados al informe son el ácido bromocloroacético (BCA), el ácido bromodicloroacético (BDCA), el ácido clorodibromoacético (CDBA), el ácido dibromoacético (DBA), el ácido dicloroacético (DCA) y el ácido tribromoacético (TBA).