MADRID 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

El estudio NADIM del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) ha confirmado tras un seguimiento de cinco años los beneficios que supone la administración de la quimio-inmunoterapia antes de la cirugía con respecto al tratamiento tradicional, que consiste en quimioterapia después de ser operado, para los pacientes con cáncer de pulmón en estadios intermedios IIIA.

Entre los hallazgos, publicados este martes en 'The New England' y 'The Lancet Oncology', destaca que el 69,3 por ciento de los pacientes incluidos en el estudio sobrevivió a los cinco años y un 65 por ciento no tuvo progresión de la enfermedad en este periodo. El presidente del GECP, Mariano Provencio, ha señalado que estas cifras "suponen casi el doble de supervivencia de lo registrado hasta ahora con el abordaje tradicional. Esto es importante porque solo un 30 por ciento de los pacientes sobrevivía a los tres años".

Los investigadores también han señalado que este tratamiento tiene un beneficio extraordinario a largo plazo en los pacientes cuyos tumores remitieron por completo tras solo tres ciclos de quimio-inmunoterapia, un 92 por ciento de ellos sin progresión de la enfermedad y un 95,8 por ciento vivo tras cinco años, suponiendo estos el 60 por ciento de todos los pacientes tratados.

Para Provencio, que es también el investigador principal del estudio, "NADIM es el primer ensayo que investiga el valor de la inmunoterapia perioperatoria en pacientes con cáncer de pulmón operable en estadios iniciales y proporciona información muy valiosa sobre la supervivencia a cinco años. Hasta donde sabemos, este ensayo académico es el más completo en términos de estudios traslacionales que incluyen biomarcadores predictivos y mecanismos de resistencia adquirida.

El análisis a cinco años del estudio NADIM también ha evaluado la seguridad de este esquema de tratamiento, que según los investigadores del GECP es "seguro". "No ha habido toxicidades tardías o muertes relacionadas con el tratamiento", ha explicado Provencio.

Además, los investigadores del GECP creen que esta estrategia confiere protección al paciente, ya que la presencia de la masa tumoral completa al inicio de la inmunoterapia permite la inducción de una respuesta antitumoral adaptativa más fuerte y el desarrollo temprano de la memoria inmune que puede proporcionar protección a largo plazo al paciente.

MARCADORES PREDICTIVOS

Como análisis complementarios al estudio, los investigadores del GECP también han analizado posibles nuevos marcadores predictivos de la supervivencia a largo plazo, ya que los disponibles actualmente (Niveles de PD-L1 y Carga mutacional del tumor) no permiten identificar a los pacientes que más se benefician.

En este sentido, han destacado que la eliminación del ADN circulante tumoral en sangre (ctDNA, una medida indirecta de la cantidad de tumor) después del tratamiento neoadyuvante mostró ser un marcador de buen pronóstico, lo que podría ayudar a personalizar el tratamiento de los pacientes en base a este parámetro.