MÉRIDA, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Expertos en VIH han participado este este viernes en unas jornadas en Mérida, en las que se han puesto de manifiesto que la evolución de los tratamientos en los últimos años han permitido que esta enfermedad pase de ser mortal a crónica.
Una jornada en la que se ha concluido que comenzar el tratamiento de forma rápida, sin necesidad de que las personas con VIH modifiquen su estilo de vida, "contribuye a alcanzar antes una carga viral indetectable, mejora el control de la infección y estudios recientes han demostrado que puede reducir la mortalidad".
Otra de las conclusiones alcanzadas en este encuentro es que la "indetectabilidad de los pacientes minimiza el riesgo de transmisión" y contribuye a un mejor control de la infección y una reducción de nuevos casos.
Estas son algunas de las principales conclusiones de la jornada 'Conectamos con la innovación en el VIH', organizada por Gilead Sciences que se ha celebrado este viernes en Mérida, y en la que los expertos han destacado que hoy en día y con acceso a un tratamiento apropiado, los pacientes con VIH "pueden vivir casi tanto tiempo como la población en general".
No obstante, las investigaciones revelan que tienen un riesgo más elevado de sufrir comorbilidades relacionadas con la propia patología, el tratamiento y la edad, señala la organización.
Según apuntan, los tratamientos antirretrovirales han evolucionado "de forma muy satisfactoria en los últimos años hacia regímenes más sencillos y mejor tolerados", ante lo que han puesto de manifiesto la importancia de la "triple terapia", que ha permitido "transformar la vida de los pacientes y convertir una enfermedad mortal en crónica y le ha llevado a convertirse en el 'standard of care' desde hace dos décadas", señalan.
En ese sentido, la evolución de los tratamientos antirretrovirales ha permitido una transformación de la infección y ha introducido nuevos retos en el manejo de los pacientes "con el objetivo de seguir mejorando su calidad de vida y reducir los efectos adversos derivados del tratamiento", destaca la organización.
Por ello, tanto el tratamiento como el cuidado de los pacientes con VIH "debe ir más allá del control de la carga viral" y prestar atención a aspectos como la durabilidad, la alta barrera genética, la reducción de toxicidades e interacciones, la simplicidad y la posibilidad de un inicio rápido del tratamiento.
En la jornada se ha puesto de manifiesto que la llegada de nuevos tratamientos antirretrovirales en triple terapia "facilita la decisión del prescriptor" al aunar, por primera vez, "alta eficacia, alta barrera a las resistencias y un destacado perfil de seguridad en comparación con otras alternativas", destacan.
En la actualidad el número de personas con VIH en Extremadura es de 787, según datos del último informe de 'Vigilancia Epidemiológica del VIH y Sida en España' del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que resalta además que en 2017 se diagnosticaron 42 nuevos casos de VIH en la comunidad, lo que supone solamente el 1 por ciento del total de nuevos infectados en toda España que fue de 3.381.
LOS EXPERTOS DESTACAN LOS AVANCES
Durante la jornada, el jefe de la Unidad de VIH del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Bellvitge, el doctor Daniel Podzamczer, ha explicado que "a pesar de que ha habido grandes avances en la última década en el campo de la investigación en fármacos para la infección por VIH, todavía quedan varios puntos de mejora".
Por eso ha destacado la necesidad de que en un fármaco para la infección por VIH tenga "tasas de eficacia sean muy altas, que en los análisis por intención de tratar a la semana 48 los pacientes están indetectables en más del 90 por ciento", lo que según ha señalado, "significa que en la práctica, si un paciente toma de forma correcta el tratamiento, éste no va a fallar".
Un segundo requisito, ha explicado el doctor, sería la tolerabilidad, ya que los clínicos buscan que "los tratamientos sean muy bien tolerados, que no tengan efectos secundarios ni interacciones con otros fármacos", mientras que "otro punto importante sería la comodidad, tratamientos en un solo comprimido y que su tamaño permita una cómoda ingesta", ha explicado Daniel Podzamczer.
Durante su intervención, el doctor Podzamczer también ha destacado que "además, se espera que los fármacos para el tratamiento para la infección por VIH tengan una barrera genética elevada", de tal forma que "si hay fallo o si un paciente no toma de forma correcta el tratamiento, no aparezcan mutaciones de resistencia y que haya que hacer más complejo el tratamiento", ha dicho.
Otro aspecto importante es que "sea un buen candidato para las estrategias de Test and Treat, que es iniciar el tratamiento lo antes posible a partir del diagnóstico, incluso el mismo día", así como que "tenga un coste aceptable para el sistema sanitario".
Además de en Mérida, esta reunión se ha celebrado de forma simultánea en otras diez localidades españolas, como son Alicante, Barcelona, Madrid, Málaga, Murcia, Santiago de Compostela, Santillana del Mar, Tenerife, Valencia y Zaragoza, y ha tenido como coordinadores nacionales a los doctores Santiago Moreno, del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y Josep María Llibre, del hospital Germans Trias i Pujol de Barcelona.
Unas jornadas que han contado con la participación de los doctores Daniel Podzamczer, del Hospital de Bellvitge; el doctor Joel Gallant, de Gilead Sciences; el doctor Paul Sax, del Brigham and Women's Hospital de Boston, y el doctor Anthony Mills, del Men's Medical Group del Sur de California.