Una experta plantea aceptar que la Medicina "no puede curar todo", pero sí acompañar durante toda la enfermedad

La pediatra y presidenta de la Comisión de Deontología del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, Montserrat Esquerda.
La pediatra y presidenta de la Comisión de Deontología del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, Montserrat Esquerda. - EUROPA PRESS
Publicado: viernes, 17 diciembre 2021 10:48

La pediatra y especialista en bioética Montserrat Esquerda dice que este siglo habrá que convivir con enfermedades largas y crónicas

ZARAGOZA, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

La pediatra y presidenta de la Comisión de Deontología del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, Montserrat Esquerda, ha abogado por desarrollar una nueva Medicina para el siglo XXI que acepte "que no podemos curar todo, pero sí cuidar durante todo proceso" de la enfermedad.

Así se ha pronunciado con motivo de la conferencia que ha pronunciado este jueves, 16 de diciembre, en Zaragoza, titulada 'La nueva Medicina: hacia una sociedad del cuidado', dentro del ciclo 'La bioética del cuidado al final de la vida', organizado por la Universidad San Jorge. Esquerda es pediatra en el ámbito de la salud mental infanto-juvenil en el Hospital San Juan de Dios de Lérida y directora general del Instituto Borja, el primero de Bioética de Europa.

La sesión se ha celebrado en la sede del Grupo San Valero, al que pertenece la USJ, y ha sido la última de un ciclo que comenzó el pasado 16 de noviembre. Ha contado con la participación del presidente del Patronato del Grupo San Valero, Pedro Baringo, de la rectora de la Universidad San Jorge, Berta Sáez, y el coordinador del ciclo, Rogelio Altisent.

Sáez ha dado inicio al acto y ha esgrimido que el final de la vida suscita cuestiones éticas tanto al paciente, como a sus familiares, así como al personal sanitario, y, a menudo, se centra en cuestiones complejas, como la eutanasia o la sedación.

En su caso, ha querido remarcar la importancia de la ética del cuidado al final de la vida, que implica "un cambio conceptual muy importante y realizar un esfuerzo colectivo para asegurar que nos apoyamos mutuamente para vivir en plenitud, hasta el final, cada uno de nuestros momentos".

Sáez ha apostado por ir más allá del modelo médico habitual porque "la única manera de alcanzar una buena muerte, es vivir una buena vida hasta el último aliento" y ha propuesto "desmedicalizar la vida y que la muerte no sea una enemiga", para lo que es fundamental "alinear a todos los actores para hacerlos más compasivos", así como contar con un grupo de personas "que nos acompañe en todo el proceso con cariño, sinceridad, humanidad y por qué no, con amor".

MUERTE EN PAZ

Por su parte, la ponente, Montserrat Esquerda, ha observado que la Medicina, en las últimas décadas, ha priorizado el desarrollo tecnológico y científico con el objetivo de curar por encima de todo, cuando "también es primordial abordar el sufrimiento y el dolor, cuidar, paliar y, sobre todo, conseguir una muerte en paz".

Ha añadido que junto al propósito de encontrar nuevos tratamientos y mejorar los existentes, como ha ocurrido con el desarrollo científico que se ha dado a raíz de la pandemia del coronavirus, hay que incorporar la planificación del cuidado.

Esquerda ha incidido en que la Medicina "no va a poder curar todo", "pero sí puede dar, siempre, acompañamiento" y atender la "fragilidad y vulnerabilidad de las personas", en una época en la que habrá "enfermedades más largas, más crónicas" ante el aumento de la esperanza de vida, "que no responden al enfoque de la medicina de curación", sino al de aprender a convivir con ellas.

TRANSITAR MEJOR

La conferenciante ha esgrimido que la muerte, el sufrimiento y el dolor forman parte de la vida y pasar esos "malos momentos" con el apoyo de los profesionales contribuye a "transitarlos mejor".

Se ha referido a un artículo publicado en una revista médica en el que se mostraba el impacto que tiene en la salud la compasión y la empatía en pacientes con Sida, quienes si su médico o enfermero se preocupaba por ellos y les trataba como personas, la adherencia al tratamiento era significativamente mejor.

Esta experta ha argumentado que se pueden tener buenos fármacos, pero si las personas no los toman según las pautas previstas, "no van a servir de nada". Ha constatado que existen experiencias en Estados Unidos, como en un hospital en Cleveland, donde se fomenta la empatía y la compasión como estrategia del centro.

En España, ha mencionado el movimiento de ciudades compasivas, vinculadas a los cuidados paliativos, que une a profesionales sanitarios con otros colectivos o instituciones, una mentalidad que, a su juicio, ha de empezar a "impregnar" toda la Medicina.

SE ESTÁ AVANZANDO

Montserrat Esquerda ha reconocido que se está avanzado en la Medicina de los cuidados, aunque "con pasos tímidos". Se caracteriza por tener en cuenta los valores, la comunicación y la ética, además de las altas competencias técnicas. Según ha dicho, la pandemia ha sido una enseñanza en este sentido ya que los profesionales sanitarios han contactado con los pacientes vía telefónica y "han sido más conscientes del valor de la palabra".

Ha añadido que la pandemia también ha demostrado la importancia de la comunicación "a la hora de consolar a personas o familiares". Para Esquerda, las dificultades para aplicar este tipo de Medicina son la falta de tiempo y de formación ya que se requieren de habilidades de comunicación.

"Nos hemos creído que lo importante era no mirar a la cara y curar", cuando es una falacia ya que se puede "mirar a la cara, mientras se cura y dar la mano, mientras uno se muere", ha evidenciado.

LA MUERTE, 'DESCULTURIZADA'

Esta experta ha considerado que la sociedad actual "ha desculturizado la muerte" y esto aumenta el sufrimiento de la personas, que se encuentran "más solas, más incomprendidas" cuando padecen enfermedades graves y se encuentran al final de la vida. Ha apostado por que los profesionales sanitarios y trabajadores sociales hagan de "bisagra" entre sociedad y pacientes en estos casos.

Ha apuntado, asimismo, que las unidades del dolor forma parte de esa Medicina del cuidado, pero ha comentado que su creación es reciente y que para acceder a ellas "normalmente pasan meses" porque "aun no lo consideramos algo fundamental, cuando vivir con dolor es de lo peor que le puede pasar a una persona".

La especialista ha esgrimido que la Medicina de los cuidados también implica atender los síntomas molestos y la parte más psicológica y espiritual de la persona. Para eso, es preciso que los sanitarios, sobre todo los médicos, incluyan en su formación el desarrollo habilidades de comunicación porque las palabras "curan o dañan tanto como los fármacos".

Ha pedido prestar atención al lenguaje y evitar, por ejemplo, pedir a una persona "que luche", cuando no tiene el control sobre la enfermedad y ya hace todo lo posible. Ha detallado que las facultades ya está empezando a haber asignaturas de comunicación, sobre la relación médico-paciente y de bioética.

CUIDAR A LOS MÉDICOS

La presidenta de la Comisión de Deontología del Colegios de Médicos de Cataluña ha estimado que éste es un momento de cuidar a los profesionales. Debe ser una prioridad para administraciones y hospitales "escucharlos y responder a sus necesidades", algo que era necesario antes de la pandemia, pero ahora "mucho más" ante la sobrecarga de trabajo que ha sufrido un colectivo que está "muy cansado".

También ha indicado que harán falta estrategias preventivas generales porque "toda la sociedad ha sufrido mucho" y "todos estamos más cansados e irritables" e intentar detectar a las personas que no lo expresan, pero "que están apunto de romperse".

Respecto a la ley de eutanasia, ha comentado que la legislación debería haber sido más amplia "e intentar garantizar que toda persona esté bien tratada al final de la vida", en vez de centrarse solo en las personas que quieren esa opción, "que es muy minoritaria" de forma que al 99 por ciento de las personas, "esa ley no les cambia nada, no les garantiza tener una buena atención".