MADRID 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El doctor Jorge Caubet, miembro de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial y de Cabeza y Cuello (SECOMCyC), ha informado sobre una serie de implantes de nueva generación para pacientes con una pérdida ósea maxilar y mandibular severa, que hasta ahora no podían ser tratados con métodos tradicionales, y que se enfrentan tanto a un problema estético como funcional.
"Estos implantes avanzados ofrecen una nueva esperanza a pacientes a los que se les había dicho erróneamente que no había solución", ha afirmado Caubet, quien ha resaltado los mínimos riesgos y los resultados funcionales y estéticos de estos gracias a las nuevas tecnologías.
Caubet ha mencionado así los implantes cigomáticos, también conocidos como 'implantes inteligentes', o los implantes subperiósticos diseñados para atornillarse a la superficie del hueso en casos donde apenas queda soporte óseo, según un comunicado de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial y de Cabeza y Cuello (SECOMCyC).
De igual forma, ha destacado el enfoque multidisciplinar como "una de las claves del éxito" de este tipo de tratamientos, pues los especialistas llegan a trabajar con ingenieros biomédicos, odontólogos y técnicos de laboratorio, que se une a la "alta especialización" y la "formación específica".
Además, ha informado de que estos nuevos procedimientos no requieren de hospitalización del paciente, a diferencia de antes, y que "muchos pacientes pueden regresar a casa el mismo día de la operación".
"No poder masticar hace que se tenga que alimentar de una manera diferente. Y el no poder sonreír, o no poder hacerlo como le gustaría, hace que su relación social sea peor por la inseguridad que le genera, quizá porque la prótesis que le han puesto se le cae o se mueve cuando sonríe. Estos son algunos de los aspectos psicológicos y funcionales de este tipo de pacientes cuando los cirujanos maxilofaciales nos encontramos con estos problemas", ha manifestado el especialista.
Caubet ha explicado hasta tres grupos de pacientes y las razones por las que pueden experimentar atrofia ósea maxilar y mandibular, que puede tener diversas causas como la pérdida de un diente, momento en el que el hueso "pierde su función de sostenerlo", por lo que el cuerpo puede interpretar que ese hueso es "innecesario", tras lo que comienza a reabsorberlo.
El segundo grupo son "aquellos que tienen pérdida ósea porque han sido sometidos a tratamientos de implantes que han ido mal, que han tenido perimplantitis masivas que han provocado destrucción del hueso", una enfermedad cada vez más común debido a la popularización de la colocación de implantes "en todas las clínicas dentales", en las que no siempre "se pone el cuidado necesario en el mantenimiento de los pacientes", lo que conlleva a una pérdida de hueso "muy severa", y que no permitirá la colocación de implantes tradicionales.
El último grupo está formado por aquellos que presentan algún problema de carácter oncológico o traumatológico, tales como pacientes de cáncer a los que se les ha quitado una parte del maxilar, o lo que han sufrido un accidente de tráfico y han experimentado una pérdida del hueso. "A estos pacientes tampoco se les pueden colocar implantes convencionales", ha añadido.