MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
El doctor Federico Martinón-Torres, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago, ha apuntado que completar la segunda dosis de las personas que han recibido la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19 "es lo más razonable", y no administrar una vacuna de otro tipo como Pfizer o Moderna.
"Completar la segunda dosis con la misma vacuna es lo más razonable. Aunque no hayamos sido capaces de identificar el factor predisponente a los efectos raros trombóticos, está claro que si no lo han tenido en la primera dosis no va a pasar con la segunda. Lo más lógico y lo más seguro es completar la pauta vacunal con la misma vacuna con la que se inició", ha señalado el experto durante una rueda de prensa de la compañía biofarmacéutica MSD bajo el lema 'InmUNIDAD, sin unidad no hay inmunidad'.
Cada año la inmunización permite evitar de 2 a 3 millones de muertes en todo el mundo y se la reconoce ampliamente como una de las intervenciones de salud pública más exitosas y coste-efectivas. De hecho, si se mejora la cobertura vacunal mundial, se podrán evitar otros 1,5 millones de defunciones.
Las vacunas previenen 60 muertes por hora en todo el mundo. Se encargan de adiestrar y preparar las defensas naturales del organismo (el sistema inmunitario) para que reconozcan y combatan virus y bacterias. De esta forma, cuando el organismo se ve expuesto a esos agentes patógenos, ya está preparado para neutralizarlos y así evitar la enfermedad.
"Las vacunas también son solidarias. Cuando una persona se vacuna contra una enfermedad infecciosa, su riesgo de infección también se reduce, por lo que es mucho menos probable que transmita el agente infeccioso a otras personas. Por lo tanto, cuantas más personas de una comunidad se vacunen, la inmunidad de grupo aumentará y más se reducirán las probabilidades de que una persona infectada transmita el agente patógeno a otras", ha resaltado el doctor Raúl Ortiz de Lejarazu, profesor de Microbiología y consejero científico del Centro de Gripe de Valladolid.
Los datos del estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF reflejan que los países europeos fueron los que mejor cobertura de vacunación DTP (difteria, tétanos y tos ferina) en población infantil registraron entre los años 1980 y 20198. Sin embargo, los últimos datos publicados en el año 2019 en España por el Ministerio de Sanidad demostraron que no se cumplía el objetivo de alcanzar y mantener coberturas de vacunación por encima del 95 por ciento con dos dosis de triple vírica. Además, incluso había comunidades autónomas con coberturas por debajo del 90 por ciento.
Por otra parte, los datos preliminares del estudio de la OMS y UNICEF sobre la cobertura vacunal de DTP correspondientes al año 2020 mostraron una disminución mundial del número de niños vacunados tras la pandemia por la infección del SARS-CoV-2.
A la vista de estos datos, estos dos expertos han recalcado la importancia de recuperar las coberturas vacunales perdidas durante la pandemia para seguir garantizando la salud y la protección de la población infantil.
Martinón-Torres han insistido en que "el perfil de seguridad de las vacunas se vigila estrictamente desde la fase de desarrollo clínico hasta la fase de comercialización mediante estrictos controles de farmacovigilancia".
Así, ha reclamado combatir la desinformación sobre las vacunas. "Para hacer frente a esa infodemia, la OMS ha elaborado una serie de consejos para identificar la información errónea o la desinformación: evaluar la fuente, ir más allá de los titulares, identificar el autor para considerar su credibilidad, comprobar la fecha para ver si el artículo es reciente, examinar que los datos son probatorios y por lo tanto se sustenten las afirmaciones, olvidar los prejuicios y consultar a instituciones que verifican la veracidad de la información", ha explica el doctor.