Actualizado: lunes, 30 enero 2017 17:23

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

El jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas de los Hospitales Arnau e Vilanova u Santa María de Lleida, Pere Domingo, ha destacado la necesidad de nuevas opciones terapéuticas que aporten menos toxicidades a largo plazo a los pacientes con VIH positivo.

Y es que, tal y como ha recordado, aunque la supervivencia en estos pacientes ha aumentado gracias a los tratamientos antirretrovirales, estas terapias provocan diversas comorbilidades asociadas a la edad y "mucho mayores" que las que padece la población sana de la misma edad.

"Así pues, podemos distinguir un escenario individual con el paciente bien controlado virológicamente con una elevada carga de comorbilidad (cardiovascular, renal, ósea y cáncer) y un escenario de salud pública con un grupo poblacional (pacientes infectados por VIH) que presenta elevados requerimientos sanitarios derivados de condiciones no directamente relacionadas con la infección por VIH", ha explicado el también profesor titular de la Universitat de Lleida.

Por ello, a su juicio, y con motivo del trabajo 'cohorte VACH', en el que desde mediados de los años 90 se realiza un seguimiento a unos 20.000 pacientes de 24 hospitales españoles, el doctor Domingo ha abogado por realizar un abordaje integral de los pacientes para la prevención y tratamiento de dichas comorbilidades. De hecho, ha sugerido aprender de los geriatras sobre el enfoque multidisciplinar de las patologías que los pacientes presentan.

EVALUAR EL TRATAMIENTO ACTUAL DE LOS PACIENTES

Del mismo modo, el experto ha insistido en la importancia de disponer de fármacos antirretrovirales "completamente seguros" y que "no añadan toxicidad" o comorbilidad adicional a las que ya presenta el paciente. "Se debería evaluar el tratamiento actual de estos pacientes y plantear un cambio proactivo a ARVs menos tóxicos desde el punto de vista cardiovascular y renal sin comprometer eficacia", ha señalado Domingo.

Además, ha abogado por la definición en algunas áreas de mejores sistemas de detección de las comorbilidades y, en algunos casos, disponer de más y menores y el control de aquellas circunstancias (inflamación y activación inmune) que constituyen la base patogénica de las comorbilidades.

Dicho esto, el doctor ha reconocido que la percepción de la "gran carga" de comorbilidades que presentan estos pacientes está "bien instalada" entre los clínicos y ha asegurado que los médicos internistas tienen la preparación y conocimiento adecuado para manejarlas.

"Siempre son necesarias herramientas adicionales, pero en general sabemos diagnosticar y tratar las comorbilidades del paciente VIH. Quizás falta definir las herramientas y los protocolos de estudio para algunas patologías, pero suele disponerse de la preparación y tecnología adecuada para el diagnóstico y tratamiento de estas condiciones comórbidas", ha zanjado Domingo.

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