MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
José María Moraleda, coordinador de la nueva Red Española de Terapias Avanzadas (Terav) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia), ha apuntado que las células NK (natural killer) se posicionan como una importante plataforma alternativa para la generación de nuevas y mejoradas terapias CAR.
"Las células NK se posicionan como una importante plataforma alternativa para la generación de células CAR, con dos claras ventajas: una potente actividad antitumoral innata sin restricción alguna y la posibilidad de recurrir a donantes alogénicos (no emparentados, pero con características genéticas similares a las del receptor) sin producirse rechazo o enfermedad de injerto contra receptor (EICR)", ha comentado con motivo de la 16 edición del curso 'Cell therapy from the bench to the bedside and return', organizado por la Universidad de Murcia en colaboración con la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y la Terav.
Las células CAR (chimeric antigen receptor) han protagonizado uno de los bloques temáticos centrales del curso. "La posibilidad de disponer de CAR alogénicos, alo-CAR o CAR universales, hace factible disponer del medicamento celular 'off de shelf', en la farmacia hospitalaria, para el momento en que se necesita, con accesibilidad inmediata y sin los retrasos que hacen que esta terapia fracase en muchos pacientes, mejorando la eficiencia del CAR y su vida útil. Sin duda alguna, esto constituye un adelanto fundamental para cualquier sistema de salud", ha señalado Moraleda.
En el curso se han mostrado datos de estudios preclínicos y ensayos clínicos incipientes con CAR-T de nueva generación. Además de los ya citados CAR-NK, hay otros enfoques a tener en cuenta, como los CAR-T biespecíficos, los CAR-T diseñados con diferentes herramientas de edición génica libres de virus y los CAR alogénicos.
"La evolución de la investigación en este campo es tan rápida que se hacen necesarios más cursos como este para mantenerse al día de su desarrollo y adelantos", ha detallado el experto.
La asignatura pendiente sigue siendo la obtención de CAR-T eficaces para pacientes con tumores sólidos. En estos casos, "se diseñan terapias mixtas de células CAR enfocadas al micro medioambiente que nutre al tumor e inhibe la respuesta inmune, y células CAR como almacenes de enzimas que activan moléculas antitumorales o citostáticos, todavía en fases de desarrollo muy preliminares".
Según el profesor Moraleda, "la opción de modificar genéticamente los linfocitos T con relativa seguridad ha abierto un amplísimo catálogo de posibilidades técnicas y conceptuales que permiten vislumbrar un futuro donde los CAR-T sean herramientas habituales para el tratamiento no solo del cáncer, sino también de un sinfín de enfermedades inmunomediadas; incluso se piensa en utilizar estas células como vehículo portador de otras opciones terapéuticas".
CONVIVENCIA DEL TRASPLANTE HEMATOPOYÉTICO CON OTRAS INMUNOTERAPIAS
Por otro lado, el experto cree que "el creciente uso de terapias CAR-T está modificando rápidamente las indicaciones del trasplante hematopoyético, denominado genéricamente como trasplante de médula ósea", apunta el experto".
"Así, por ejemplo, en las patologías de linfocitos B, la utilización del trasplante alogénico ha disminuido significativamente en los últimos años, en favor de las terapias CAR-T, y es más que probable que ocurra lo mismo con el trasplante autólogo, al menos de manera parcial", ha esgrimido.
Sin embargo, en el caso del mieloma múltiple, parece que el trasplante autólogo se quedará como un pilar de la primera línea de tratamiento. Además, "cada vez se utiliza más el trasplante como consolidación de una inmunoterapia celular previa, y la inmunoterapia en la recidiva del trasplante".
La disminución de la toxicidad del trasplante hematopoyético sigue siendo uno de los objetivos más perseguidos por los expertos. "Las innovaciones en este sentido son esperanzadoras", ha explicado Moraleda.
En el curso se han revisado los sistemas para mejorar la respuesta inmune de los pacientes trasplantados, así como los últimos avances frente a la EICR y a otras complicaciones relacionadas con las células endoteliales (aquellas que recubren la cara interna de los vasos sanguíneos y forman el endotelio). "Una mejor valoración de los pacientes candidatos a trasplante también permite reducir la toxicidad derivada de este tratamiento", ha argumentado.