MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
DKV y la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) han presentado este martes, con motivo de la semana mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos 2022 (del 18 al 24 de noviembre), un informe que advierte sobre la resistencia a los antimicrobianos.
Durante su presentación este martes, varios expertos han pedido actuar cuanto antes frente a estas resistencias, "uno de los desafíos sanitarios de mayor importancia a los que se enfrenta la humanidad y ocupa un lugar preferente en las agendas de instituciones de todo el mundo", tal y como ha recordado Ricardo Carapeto, coordinador en el Área de Medioambiente del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos.
En la misma línea, la presidenta del Comité de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) del Hospital Central de la Cruz Roja en Madrid y Vocal de la Red de RSC Hospitales Públicos, Carmen Ferrer, ha señalado que "este es un problema de todos y requiere de un liderazgo compartido real donde pacientes, profesionales: médicos y enfermeros, escuelas de salud o asociaciones".
"Tengamos una estrategia común para luchar juntos contra las resistencias antibióticas y lo que son las consecuencias de uso inadecuado de los antibióticos. Si este liderazgo no existe, fracasaremos. Estamos todavía a tiempo", ha resaltado.
El informe, bajo el título 'La resistencia a los fármacos antimicrobianos desde la perspectiva One Health' y enmarcado en su Observatorio de Salud y Medio Ambiente, aborda cómo se ha transformado la manera de relacionarse de personas, plantas, animales y medio ambiente, de qué manera estos cambios han favorecido la transmisión de enfermedades entre animales y personas y cómo usar de manera responsable de los antimicrobianos.
El enfoque 'One Health', o 'Una salud', reúne a diferentes sectores y partes que intervienen en la salud de los seres humanos, los animales acuáticos y terrestres y las plantas, en la producción de alimentos humanos y piensos, y en el medio ambiente para establecer lazos de comunicación y colaborar en el proyecto y puesta en marcha de programas, políticas, legislación e investigaciones para lograr mejores resultados de salud pública.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que la resistencia a los antimicrobianos (RAM), el grupo de fármacos que luchan contra una serie de infecciones como las causadas por bacterias (antibióticos), virus (antivirales), hongos (antifúngicos), y parásitos (antiparasitarios), es una de las 10 principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad.
Esta resistencia es un proceso natural que ocurre cuando los microorganismos que causan la infección sobreviven a la exposición de un fármaco, que normalmente los mataría o detendría su proliferación. Esto permite que las cepas que son resistentes a un medicamento crezcan y se propaguen.
El uso inadecuado de antimicrobianos en plantas, animales y humanos; la falta de higiene, agua limpia, saneamiento y de acceso equitativo a recursos sanitarios; o la liberación de contaminantes en el medio ambiente y el cambio climático, son factores que han aumentado la presencia de bacterias resistentes a los antibióticos, hasta el punto que se está comprometiendo la eficacia de estos fármacos como herramienta terapéutica. Así, los expertos advierten de que, si no se toman medidas urgentes, podríamos estar ante una era post-antibiótica.
La RAM no está comprometiendo solamente la lucha contra las enfermedades infecciosas, sino que también pone en riesgo la lucha contra enfermedades crónicas como el cáncer, o cardiopatías y diabetes, donde los antibióticos son cruciales para evitar infecciones. Intervenciones quirúrgicas rutinarias como cesáreas o trasplantes de órganos de relativo bajo riesgo podrían convertirse en un factor peligroso en un escenario de bacterias resistentes.
El Grupo de Coordinación de Interorganismos sobre Resistencia a los Antimicrobianos de las Naciones Unidas ha alertado de que, si no se toman medidas, las enfermedades farmacorresistentes podrían causar 10 millones de defunciones anuales en 2050. Además, ese periodo podría haberse acortado por el uso masivo de antibióticos durante la pandemia de COVID-19.
La búsqueda de soluciones y desarrollo de nuevos antimicrobianos es especialmente complicado, requiere entre 8 y 18 años, y un soporte económico de más de 100-500 millones de euros.
Aun así, se ha encontrado una vía en la investigación en nuevos antibióticos: la aplicación de técnicas de inteligencia artificial sobre el genoma humano. De momento, se han encontrado 2.603 péptidos antimicrobianos encriptados en proteínas no relacionadas con el sistema inmune y con capacidad para destruir bacterias patógenas por distintos mecanismos.
RECOMENDACIONES DE LA OMS: TOMAR LOS ANTIBIÓTICOS LOS DÍAS PRESCRITOS
Entre los consejos de la OMS, destaca que la población general tome antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado, no se automedique, y se prevengan infecciones lavándose las manos y preparando alimentos en condiciones higiénicas.
"Si solamente tomamos el antibiótico tres días, cuando tendríamos que estar haciéndolo durante cinco, no se acaba con las bacterias que promovían la infección. Con lo cual las bacterias que son resistentes van a persistir. Aunque hayamos notado una mejoría porque ha bajado el número de bacterias, hay que insistir en la adherencia", ha explicado Ricardo Carapeto.
Carmen Ferrer ha ampliado esta idea explicando que "los ciudadanos deben de tomar conciencia de que pequeñas acciones traen grandes consecuencias", y que "la automedicación o el abandono de un tratamiento con antibióticos demasiado pronto traen consigo un problema grave de resistencias".
"Al hablar de antibióticos se habla mucho de la prescripción y muy poco de la necesidad del cumplimiento terapéutico, del destierro de prácticas inadecuadas como la automedicación y la necesidad de disponer de información sanitaria, veraz, adaptada, adecuada para el ejercer el autocuidado eficaz", ha esgrimido.
El director de Comunicación y Negocio Responsable de DKV, Miguel García, ha instado a "cambiar algunas prácticas y esto pasa por un mayor respeto a la naturaleza".
"Para lograrlo, es importante actuar, por supuesto, pero también concienciar y sumar activistas a la causa. Es lo que pretendemos con este informe del Observatorio de Salud y Medio ambiente: informar, remover las conciencias y movilizar en esta dirección para garantizar el uso responsable de los antimicrobianos bajo el enfoque 'One Health'", ha apuntado.
El presidente de ECODES, José Ángel Rupérez, ha insistido en que "el papel del medio ambiente es clave en el incremento de la resistencia de las bacterias a los antibióticos ya que actúa como reservorio y vía de propagación".
"La resistencia a los antibióticos también genera problemas ecológicos con complejas interacciones. Por ejemplo, los antibióticos y bacterias de procedencia agraria o ganadera son absorbidos por las plantas, los cultivos y los animales. La resistencia se va trasladando a lo largo de la cadena alimentaria hasta llegar a los productos que finalmente ingerimos. También el cambio climático es un factor crítico: el aumento de las temperaturas favorece el crecimiento de microorganismos, la contaminación del aire favorece la movilidad de las bacterias suspendidas en el polvo y los movimientos poblacionales de los animales a distintos ecosistemas debidos a cambios en su entorno facilitan la diseminación de la resistencia", ha detallado.
Por último, Jesús Pérez-Gil, miembro de la Junta Directiva de la Plataforma 'One Health' y representante de la Conferencia Española de Decanos de Biología, ha reiterado que "sólo con una mirada integral, y con nuevas dinámicas de trabajo multidisciplinar y multisectorial, se pueden abordar los enormes desafíos a los que se enfrenta la salud global".