MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
La relevancia de la ingeniería biomédica en la práctica clínica hospitalaria y extrahospitalaria es "cada vez mayor", aportando cambios "sustanciales" en la transformación digital de la sanidad, según han resaltado expertos en el XIV Seminario de Biomedicina, Ética y Derechos Humanos, organizado por la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Instituto de Ética Clínica Francisco Vallés y la Fundación ASISA, con la colaboración del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, la Fundación Tecnología y Salud, la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica, la Fundación 360 para la Autonomía Personal, el Instituto de Salud Pública Andrés Bello y la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Los expertos han apuntado que esto no solo plantea nuevos objetivos, como potenciar la colaboración entre profesionales sanitarios e ingenieros biomédicos en espacios interdisciplinariedad que deben involucrar a los pacientes, sino que también "precisa de una óptima formación y aplicación de principios bioéticos".
"La evolución y avances de la Medicina y las Ciencias de la Salud están directamente vinculadas no solo con las nuevas tecnologías sino con la nueva tecnociencia, es decir, una nueva forma de conocer y saber mediante el uso de la instrumentación y las nuevas herramientas tecnológicas de este siglo", ha comentado Fernando Bandrés, catedrático de Medicina Legal de la UCM y presidente de la Fundación Tecnología y Salud.
De forma específica, en una mesa de este Seminario se han expuesto los retos que plantea la ingeniería biomédica y también la capacidad de humanizar la atención sanitaria en el siglo XXI, "mirando hacia las sociedades y también hacia los países emergentes, ejercitando no solo la cooperación entre profesionales sino también la solidaridad y la generosidad exigibles en el marco de los derechos humanos", indica Bandrés.
De hecho, las tecnologías médicas tienen un papel cada vez más importante en la práctica médica, "aportando nuevos métodos de diagnóstico, de terapia, de intervención quirúrgica o de prevención de enfermedades", asegura Enrique J. Gómez Aguilera, catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y presidente de la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica.
El experto ha recordado que "la disciplina científica y profesional que se dedica a estos objetivos es la Ingeniería Biomédica, que aplica los principios de la ciencia y de la ingeniería a la Medicina".
La ingeniería biomédica, desde su papel interdisciplinar y en su aplicación a la práctica médica, puede resultar crucial. De ahí, como exige catedrático Enrique J. Gómez, "la necesidad de definir y ponderar el rol de los nuevos ingenieros biomédicos en la transformación digital de la sanidad, así como de promover la colaboración entre estudiantes de ingeniería biomédica y de ciencias de la salud, dando también la trascendencia precisa a la bioética en la formación del ingeniero biomédico".
"Deberíamos crear espacios de reflexión interdisciplinares sobre aspectos bioéticos asociados al uso de la tecnología en la práctica médica, tales como la autonomía del paciente, el empoderamiento y responsabilidad del paciente en las decisiones sobre su cuidado, la propiedad de los datos, la privacidad y seguridad, el impacto sobre el paciente de algunas tecnologías mHealth o de la inteligencia artificial", ha remachado.