MADRID 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Profesionales del centro Barcelona Respiratory Network (BRN) han señalado la falta de un código de actuación común ante casos de embolia pulmonar, como los que existen para otros episodios cardiovasculares como el ictus o el infarto de miocardio, que ayudaría a facilitar el diagnóstico, iniciar un tratamiento temprano y evitar la alta mortalidad que supone esta afección.
"La embolia pulmonar es una enfermedad potencialmente grave con una mortalidad del 15-20%, normalmente el paciente acude a urgencias y es diagnosticado de forma tardía. Sin embargo, una actuación rápida con el tratamiento adecuado reduce el riesgo de muerte en los pacientes más graves", ha explicado el jefe de Servicio de Neumología del Hospital del Mar de Barcelona, Diego Rodríguez.
El especialista es el coordinador de la jornada científica BRN Fórum que se celebra este jueves para establecer un diálogo sobre la embolia pulmonar y poner el foco en la necesidad de mejorar el proceso diagnóstico y paliar la alta tasa de mortalidad, que en la actualidad se sitúa en torno al 15-20 por ciento.
"A la espera de poder llegar a tener un código de actuación que implica la colaboración entre hospitales, la mayoría de los hospitales trabajamos en Grupos Multidisciplinares de Respuesta a la Embolia Pulmonar (PERT, por sus siglas en inglés)", ha detallado el doctor, quien ha añadido que estos grupos están formados por neumólogos, cardiólogos, hematólogos, internistas, radiólogos e intensivistas, entre otros profesionales.
Cuando la embolia pulmonar es diagnosticada a tiempo, el tratamiento es relativamente sencillo mediante medicación oral anticoagulante o, en los casos más graves, con medicación específica o un catéter para deshacer el coágulo, por lo que solo de forma excepcional es precisa una intervención quirúrgica.
Según Rodríguez, un paciente que sufre una embolia por primera vez puede estar recuperado en tres meses, aunque hay personas en las que pueden quedar secuelas. "También podemos destacar las secuelas psicológicas que sufren algunos pacientes afectados que, por temor, reducen su actividad física, dejan de salir y tienen más ansiedad, que muchas veces es infravalorada en la evolución de estos pacientes", ha indicado.
LA INMOVILIDAD, PRINCIPAL FACTOR DE RIESGO
Dado que la inmovilidad es el factor de riesgo más importante para la aparición de una embolia pulmonar, el especialista ha apuntado a las personas mayores en reposo o en cama por prescripción médica y a las personas sometidas a cirugía en las que de manera preventiva se puede administrar anticoagulantes a dosis profilácticas como los grupos con más opciones de sufrir un episodio de este tipo.
El experto ha advertido a su vez sobre los riesgos de los viajes en aviones, trenes o autobuses que superen las seis horas de duración y ha recomendado intentar moverse.
Asimismo, el cáncer y la trombosis también están relacionados. Se conoce que una de cada 10-20 personas con cáncer desarrollará trombosis o embolia pulmonar y uno de cada cinco casos de trombosis o embolia aparece en personas que sufren un cáncer activo.
Ciertos tipos de cáncer, especialmente los de cerebro, ovario, páncreas, colon, estómago, pulmón y riñón, y los que se han diseminado, pueden aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos. Además, los tratamientos para el cáncer como la quimioterapia, la cirugía, la implantación de un catéter o el encamamiento aumentan el riesgo.