MADRID 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
La falta de adherencia terapéutica cuesta 11.250 millones de euros anuales al sistema sanitario, según han asegurado diversos expertos durante una jornada celebrada en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), en colaboración con la compañía biotecnológica Amgen y bajo el título 'La Adherencia: un problema de salud'.
Se trata de un problema de salud pública debido a que este hecho tiene una prevalencia de más de un 50 por ciento en las patologías crónicas por diversas causas. Y es que, una adherencia inadecuada incluye, entre otros, tratamientos innecesarios, pruebas adicionales, aumentos de visita al profesional sanitario, mayor incidencia en mortalidad e ingresos hospitalarios.
Por ello, la vocal del Observatorio de Adherencia al Tratamiento (OAT), Isabel Vallejo Díaz, ha destacado la necesidad de trabajar en la mejora del cumplimiento de las terapias porque es una "garantía" de sostenibilidad para el Sistema Nacional de Salud (SNS) y de calidad de vida para los ciudadanos.
"Somos conscientes de que para mejorar la adherencia a los tratamientos es necesaria una reorganización de la atención sanitaria hacia un nuevo modelo que abarque a todo el sistema, que cuente con la coordinación y colaboración entre los distintos niveles asistenciales y que potencie la relación de los profesionales de la salud con los pacientes y su entorno. Además, es importante concienciar a administraciones, profesionales y pacientes sobre la gravedad de este importante problema de salud pública", ha recalcado la experta.
EL MAL USO DE FÁRMACOS PROVOCA EL 8% DEL GASTO SANITARIO EN EL MUNDO
De hecho, un informe de IMS Health ha revelado que el mal uso de los fármacos provoca aproximadamente el 8 por ciento del gasto sanitario en el mundo y, de ese porcentaje, el 57 por ciento se corresponde con problemas de no adherencia. Además, según cálculos del OAT, la no adherencia a los tratamientos farmacológicos contribuye a unas 200.000 muertes prematuras de ciudadanos europeos cada año y provoca un coste estimado a los gobiernos de 125.000 millones de euros anuales.
"Para el sistema resultaría muy rentable invertir en mejorar la adherencia, que también se ve perjudicada por medidas como el copago. Como recomienda la Organización Mundial de la Salud, en muchos casos las inversiones para mejorar la adherencia se recuperan con los ahorros que se producen en la utilización de los servicios sanitarios o, en otras ocasiones, en la mejora de los resultados en salud que ya justifican, por si mismas, completamente la inversión", ha apostillado el miembro de la Escuela Andaluza de Salud Pública de Granada, Jaime Espín.
Finalmente, el doctor del servicio de Endocrinología del área integrada de Ciudad Real, Pedro Rozas, ha recordado que el profesional sanitario debe hacer partícipe al paciente de su medicación, conocer sus recursos económicos, su situación social o su nivel de estudio, ya que, a su juicio, todo esto también influye en la mayor o menor adherencia.