MADRID, 26 Abr. (EDIZIONES) -
La formación de coágulos de sangre es un fenómeno bastante frecuente en nuestra sociedad. Preguntamos a varios expertos en qué consiste y su posible relación con las vacunas, así como cuáles son los factores que predisponen a ello.
En una entrevista con Infosalus, Manuel Frías Vargas, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, y coordinador Grupo de trabajo de Vasculopatías de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), nos explica que la trombosis es la formación de un coágulo de sangre o 'trombo' en el corazón o en el interior de un vaso sanguíneo, ya sea arterial o venoso, que puede progresar viajando de un lugar a otro en el cuerpo, recibiendo el nombre de 'embolo'.
"Esta situación supone una situación de gravedad extrema, pues el territorio obstruido dejará de recibir irrigación sanguínea, produciéndose así isquemia (detención y disminución de la sangre), y muerte de los tejidos corporales", afirma.
Entre los factores de riesgo a la hora de padecer una trombosis, el doctor Frías Vargas apunta a los siguientes: trastornos genéticos de la coagulación, inmovilización prolongada, historia personal o familiar de trombosis previa, cirugía reciente, especialmente si es de cadera, rodilla o pélvica, embarazo, parto o puerperio, toma de anticonceptivos orales, la edad, ya que a mayor edad, aumenta el riesgo, sobre todo a partir de los 60 años, obesidad, cáncer, várices, tabaquismo, enfermedades autoinmunes como el lupus y la enfermedad inflamatoria intestinal.
Igualmente, mantiene que hay 3 pilares o mecanismos que pueden estar en relación en su formación y que, de forma conjunta o separada, con los factores de riesgo pueden aumentar su aparición: anormalidades en la pared vascular; disminución del flujo sanguíneo; alteraciones de la coagulación sanguínea.
Asimismo, indica que los hombres y las mujeres mayores tienen aproximadamente el mismo riesgo de sufrir una trombosis; si bien precisa que en edades más jóvenes es más frecuente este tipo de fenómenos en mujeres que en hombres. "En relación con el riesgo de la administración de las vacunas contra la COVID-19 no hay un perfil clínico de las personas que tienen más riesgo de la aparición de trombosis en el momento actual", admite el miembro de SEMERGEN.
Según estudios recientes, recuerda que la tasa de incidencia anual estimada de la trombosis en la población europea oscila entre 74 y 140 por 100 000 personas/año, similar a la del accidente cerebrovascular. "La incidencia anual estimada en España oscila entre 63 y 154 casos por cada 100 000 habitantes, y está incluida en alrededor del 1% de las altas hospitalarias. Casi el 20% de los pacientes con trombosis puede presentar episodios adversos (muerte, recurrencia o hemorragia mayor)", apostilla el médico de familia.
"En la actual pandemia de la COVID-19 desde hace unas semanas, según comunicación de las instituciones oficiales europeas y españolas, pueden aparecer de forma rara casos de trombosis venosa o arterial, en combinación con una alteración inmune de las plaquetas, con la administración de ciertas vacunas contra la COVID-19 como las de Vaxzevria (Oxford-AstraZeneca, con un 0,0006% de probabilidad) o la de Janssen (Johnson&Johnson, en 0,00009%); aunque el resto de vacunas administradas en el espacio europeo en la actualidad se encuentra también en investigación", según reconoce.
A juicio del coordinador Grupo de trabajo de Vasculopatías de SEMERGEN es vital señalar que, independientemente de la aparición de trombos con las vacunas, es más importante en el momento actual "vacunar, vacunar y vacunar, ya que su aparición es rara, superando el beneficio al riesgo". Aquí el doctor Frías recuerda por ejemplo que el riesgo de trombosis que tiene una persona con COVID-19 y un ingreso en unidad de cuidados intensivos es del 20-25%, o un COVID-19 sin ingreso hospitalario es de un 1%.
En este sentido, la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) ha avalado el seguir vacunando con ambas fórmulas, aunque aprecia un posible vínculo con los casos muy infrecuentes de trombos.
"Con la vacunación con AstraZeneca y Janssen empezaron a aparecer trombosis poco frecuentes. Que aparecieran trombosis era esperable porque, ya de por sí, la probabilidad de hacer trombosis es alta en la población general, es una entidad frecuente, pero llamó la atención que eran diferentes de las habituales, en territorios donde normalmente se dan muy pocas trombosis, y se vieron casos en tiempo cerca de la inoculación de la vacuna", agrega en este sentido, el presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), el doctor Joan Carles Reverter.
Explica los escasos casos registrados hasta el momento se han localizado en los senos venosos cerebrales, "el sistema de drenaje de la sangre del cerebro", y un 20% de estos trastornos raros de coagulación, un porcentaje menor, en las venas esplácnicas del interior del abdomen, relacionadas con el sistema digestivo. "Estas trombosis son muy infrecuentes en población general pero era de esperar que aparecieran porque estamos vacunando a millones de personas", añade.
Ahora bien, advierte de que el primer comunicado de la EMA a este respecto apareció hace apenas un mes, y en él señalaba que se habían asociado algunas trombosis con la inyección. "Estamos hablando de que en un mes está pasando todo esto, y esto nos demostró la velocidad con la que pasa todo", reconoce el presidente de la SETH.
En cuanto a por qué se está viendo que son más frecuentes entre las mujeres, el doctor Reverter precisa que de los 62 casos registrados en la última comunicación de la EMA al respecto, 60 eran mujeres, y todas menos una tenía menos de 60 años. "Esto es un hecho real, es lo que sucede, y a día de hoy la explicación no está clara", afirma.
Una posible explicación a su juicio vendría de que se ha vacunado más a mujeres jóvenes con AstraZeneca, "entre dos veces y media", puesto que los colectivos a los que se les ha aplicado esta vacuna es sanitarios y docentes, donde el porcentaje de mujeres es alto.
Igualmente, el doctor Joan Carles Reverter mantiene que este alto porcentaje de mujeres con estos trastornos raros de coagulación podría darse por la suposición lógica de que estos fenómenos estén relacionados con temas hormonales, aunque indica que "actualmente no hay manera de ligarlo con la patogenia posible de estos trombos".
Mientras, la inmunóloga y profesora de la UNIR Carmen Álvarez-Domínguez subraya que la hipótesis que se está barajando sobre es que se trata de una trombocitopenia de tipo autoinmune, y relacionadas con el sistema hormonal, como todas las enfermedades autoinmunes, aunque insiste en que se trata de casos "muy aislados y muy poco frecuentes".
Desde la SEIMC, su portavoz del área de Vacunas, el doctor Raúl Ortiz de Lejarazu recuerda que según se ha comunicado en un artículo científico reciente de autores alemanes este fenómeno de coagulación se asemeja a otro raro trastorno hematológico muy poco frecuente de reacción autoinmune al inyectar heparina en algunas personas. "Se denomina en ingles 'HIT' o trombocitopenia inducida por heparina. Los raros trastornos comunicados tras algunas vacunas parecen tener el mismo fundamento fisiopatogénico autoinmune", aclara.
Es más, añade que la enfermedad tromboembólica venosa (ETV) es la tercera patología cardiovascular aguda más frecuente, tras el infarto de miocardio y el ictus, siendo la incidencia de ETV en España de aproximadamente 120 casos por 100.000 habitantes/año.
"Aunque los casos recogidos entre los efectos adversos de la vacunación hay más numero de mujeres, los valores entre millones de personas que han recibido esas vacunas no permiten por ahora extraer ninguna conclusión definitiva, aunque en mujeres jóvenes el uso de la píldora aumenta el riesgo de trombos, lo especial e infrecuente de los casos reportados hacen, por el momento, imposible aventurar una hipótesis plausible", considera el portavoz de la SEIMC a este respecto.
¿VACUNAS DE ADENOVIRUS?
Por otro lado, el presidente de la SETH indica que con las vacunas de Pfizer y Moderna no se estarían registrando estas trombosis y apunta que una de las hipótesis que se baraja es que AstraZeneca y Janssen emplean la técnica del adenovirus como vector, mientras que las norteamericanas el ARN mensajero.
"Son adenovirus diferentes el de Janssen del de AstraZeneca, pero los dos son adenovirus. A la espera de saber exactamente por qué se producen estas raras trombosis tras su inoculación, probablemente esté aquí la razón de este comportamiento distinto. No obstante, las vacunas con adenovirus se han usado otras veces contra el zika y el ébola", remarca.
Con todo ello, el doctor Joan Carles Reverter recuerda que en diciembre y enero la vacuna denostada era la de Moderna y la de Pfizer, al haberse fabricado con tecnologías nunca antes utilizadas, "y sin embargo ahora sucede al revés".
Todos los expertos coinciden en que a día de hoy, el riesgo de formación de trombos es mayor al enfermar de COVID-19 o por ejemplo al fumar o tomar determinados medicamentos de uso diario como anticonceptivos, que tras vacunarse con estas fórmulas.