MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los expertos del Children's National Hospital, en Washington (Estados Unidos, han desarrollado una nueva terapia génica preclínica para un trastorno raro, conocido como distrofia muscular de cinturas (DMC) 2B, que aborda el principal déficit celular asociado a esta enfermedad, según un estudio publicado en el 'Journal of Clinical Investigation'.
Mediante una única inyección de un vector de terapia génica de baja dosis, los investigadores restauraron la capacidad de reparación de las fibras musculares lesionadas de forma que se redujo la degeneración muscular y se mejoró el funcionamiento del músculo enfermo. El tratamiento fue seguro, atenuó la degeneración muscular fibro-grasa y restauró el tamaño de las miofibras y la fuerza muscular.
Con una incidencia inferior a 1 de cada 100.000, la DMC2B es un trastorno poco frecuente causado por una mutación genética en un gen de gran tamaño llamado disferlina. Este gen defectuoso provoca debilidad muscular en brazos, piernas, hombros y cintura pélvica.
Los niños y adultos afectados tienen problemas para caminar, subir escaleras y levantarse de las sillas. Los individuos suelen perder la capacidad de caminar años después de la aparición de los síntomas y a menudo necesitan ayuda para realizar tareas cotidianas como ducharse, vestirse y trasladarse.
Este estudio describe un nuevo enfoque que evita la necesidad de empaquetar un gen de gran tamaño, como el de la disferlina, o de administrar una gran dosis de vector para dirigirse a los músculos, que son cuellos de botella a los que se enfrentan los actuales esfuerzos de terapia génica dirigidos a las distrofias musculares.
"Actualmente, los pacientes con DMC2B no disponen de terapias génicas o farmacológicas, y somos uno de los pocos centros que desarrollan enfoques terapéuticos para esta enfermedad --resalta Jyoti K. Jaiswal, investigador principal del Centro de Investigación de Medicina Genética del Children's National--. Estamos trabajando para mejorar aún más la eficacia de este enfoque y realizar un estudio de seguridad y eficacia a más largo plazo para permitir la traducción clínica de esta terapia".
El defecto genético de la disferlina que se asocia a la DMC2B hace que la proteína codificada se trunque o se degrade. Esto dificulta la capacidad de cicatrización de la fibra muscular, necesaria para la salud de los músculos. En los trastornos genéticos recesivos, como la DMC2B, los enfoques comunes de terapia génica preclínica suelen dirigirse al gen mutado en el músculo, haciéndolo capaz de producir las proteínas que faltan.
"El gran tamaño del gen mutado en esta enfermedad y los impedimentos para que los vectores de terapia génica lleguen a todos los músculos plantean retos importantes para el desarrollo de terapias génicas para tratar esta enfermedad", añade Jaiswal.
Para superar estas dificultades, los investigadores encontraron otra forma de frenar la progresión de la enfermedad. Los autores se basaron en su anterior descubrimiento de que la proteína esfingomielinasa ácida (hASM) es necesaria para reparar las células musculares lesionadas.
En este trabajo, el equipo de investigación administró una única dosis in vivo de un vector de virus adeno-asociado (VAA) que produce una versión secretada de la hASM en el hígado, que luego se hizo llegar a los músculos a través de la circulación sanguínea a un nivel que se determinó eficaz para reparar las células musculares lesionadas de los pacientes con DMC2B.
"El aumento de la degeneración muscular requiere una mayor regeneración muscular, y descubrimos que la mejora de la reparación de las miofibras deficientes en disferlina mediante el hASM-VAA reduce la necesidad de regeneración, causando una disminución de 2 veces en el número de miofibras regeneradas", explica Daniel Bittel, becario postdoctoral de investigación del Centro de Investigación de Medicina Genética del Children's National y autor principal de este estudio.
Por su parte, Sreetama Sen Chandra, becario postdoctoral de investigación en el Children's National en el momento de realizar este estudio y coautor principal, añade que "estos hallazgos también son de interés para los pacientes con la enfermedad de Niemann-Pick tipo A, ya que el modelo preclínico de esta enfermedad también manifiesta una mala reparación del sarcolema".