Coordinadores del proyecto
PARAPLEJICOS/EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 31 enero 2017 14:27


TOLEDO, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Nacional de Parapléjicos, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha recibido cinco millones de euros de la Comisión Europea con los que coordinará el proyecto llamado Neurofibres destinado al desarrollo de microfibras electroconductoras biofuncionalizadas para el tratamiento de la lesión de la médula espinal.

Se trata de uno de los doce proyectos elegidos entre más de 200 que se presentaron al programa europeo que promueve Tecnologías Emergentes de Futuro (FET) en el apartado Proactive, dedicado a medicamentos y terapias bioeléctricas, en el marco Horizonte 2020, según ha informado la Junta en nota de prensa.

Los representantes de los equipos de investigación participan desde este martes en un simposio celebrado en Hospital de Parapléjicos, que ha sido inaugurado por el director general de Calidad y Humanización de la Asistencia Sanitaria, Rodrigo Gutiérrez, quien ha expresado su "satisfacción porque el hospital toledano sea el centro coordinador de este ambicioso e innovador proyecto de investigación, lo que le sitúa una vez más a la vanguardia de la neurociencia en Europa".

El Laboratorio de Reparación Neural y Biomateriales del Hospital Nacional de Parapléjicos, que dirige el doctor Jorge Eduardo Collazos, coordinará este proyecto con la participación de un consorcio de siete grupos de investigación, de seis países europeos: Royal Institute of Technology de Suecia, Universidad de Cambridge (Reino Unido), Universidad de Trento (Italia), Universidad de Saarland (Alemania), Universidad de Marsella y empresa Axon Cable de Francia y Hospital de Parapléjicos en España.

Neurofibres, cuya duración será de cuatro años --enero de 2017 a diciembre de 2020--, pretende "consolidar las potencialidades neurorregenerativas de la Bioelectrónica y desarrollar dispositivos que sirvan como andamio electroactivo biológicamente seguro y eficaz para la regeneración del Sistema Nervioso Central y la activación de circuitos neuronales en la médula espinal", según ha explicado Jorge Collazos.

Así, Neurofibres se centrará en dos frentes de trabajo: por un lado, la mejora de las propiedades de las microfibras, incluyendo su conductividad eléctrica, propiedades mecánicas, estabilidad química y capacidad de interacción con las células neurales; el segundo frente será la investigación de la utilidad de esta tecnología puntera para inducir crecimiento neural.

"Lógicamente el sistema hay que probarlo, in vitro e in vivo --en roedores y en cerdos--, para comprobar su biocompatibilidad, así como las respuestas regenerativas del tejido nervioso y la recuperación funcional en los aspectos motores y sensoriales", ha asegurado el científico coordinador del proyecto.

GRUPOS MULTIDISCIPLINARES

Para acometer este estudio se contará con grupos multidisciplinares de expertos: neurocientíficos, físicos, químicos, médicos, electrofisiólogos, ingenieros mecánicos, expertos en nanotecnología y biomateriales y la ayuda de los cirujanos traumatólogos del Hospital de Parapléjicos, Andrés Barriga y Luis María Romero, y del neurocirujano del Hospital Virgen de la Salud, Ángel Rodríguez de Lope.

"La participación de los cirujanos en este proyecto de investigación es fundamental, ya que se requiere poner a punto nuevas técnicas quirúrgicas bastante complejas y de las cuales depende el éxito del proyecto", ha puntualizado Collazos.

MICROFIBRA PARA USO NEUROPROTÉSICO

"Con las microfibras se podrían fabricar neuroprótesis más eficaces", ha continuado. Los experimentos muestran "su mayor sensibilidad a la hora de estimular y registrar las señales de las neuronas frente a los electrodos metálicos usados en la actualidad y producen menos daño".

"Asimismo, si se usa microfibra para regenerar el tejido, es decir, conseguir activar el crecimiento de la glía y las neuronas, sin considerar la perdurabilidad, las microfibras se muestran como una herramienta con gran potencial".

Por último, Jorge Collazos se ha mostrado "optimista", ya que "el resultado en ratas ha sido esperanzador, y se está trabajando arduamente para llegar a usar esta tecnología y conocimiento con fines clínicos en humanos". El siguiente paso será probar la tecnología en cerdos.