MADRID 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Universitario de la Fundación Jiménez Díaz ha celebrado una jornada sobre la termoablación en patología tiroidea, una técnica que consiste en la aplicación de calor dentro del nódulo mediante la introducción de una aguja y reducir su tamaño para evitar su crecimiento posterior, y en la que la clínica es muy usada en la clínica frente a otros métodos tradicionales, si bien no está extendida otros centros madrileños.
Durante la jornada, motivada por el aumento del número de nódulos detectados en los últimos tiempos como consecuencia de la mejora de las técnicas de detección por imagen, se ha abordado "desde distintas ópticas" el momento de la técnica, se han analizado las distintas opciones existentes y se han visualizado dos casos y su tratamiento.
"El diálogo, que fue vivo y enriquecedor, puso sobre la mesa la cuestión de cómo abordar el procedimiento, desde la convicción de que una generalización de esta técnica favorecería tanto a los pacientes afectados, que verían atendido su problema con mucha mayor celeridad, como al propio sistema sanitario, que encontraría en la aplicación de esta estrategia una ayuda en la gestión de las áreas quirúrgicas", según un comunicado del hospital.
El jefe del Servicio de Radiología Vascular Intervencionista, el doctor Eduardo Crespo, ha destacado que el centro realiza en torno a 70 termoablaciones anuales, mientras que "los escasos hospitales españoles en los que se utiliza esta técnica" lo hacen unas "cuatro o cinco" veces al año.
"En la Fundación Jiménez Díaz venimos desarrollándola intensamente desde hace cinco años gracias a la coordinación de radiólogos y endocrinólogos", ha afirmado el doctor Manuel Gargallo, de la Unidad de Nódulo Tiroideo del Departamento Endocrinología y Nutrición del hospital.
Al encuentro han asistido más de 60 especialistas, en su mayoría endocrinólogos, aunque también radiólogos, razón por la que los organizadores han apostado por darle continuidad.
Esta técnica pretende actuar contra los nódulos tiroideos, pequeños bultos o masas que se forman en la glándula tiroides, situada en la base del cuello, y que afectan a la mitad de la población, y que en el 95 por ciento de los casos son elementos benignos.
Sin embargo, pueden seguir creciendo a lo largo del tiempo, llegando a producir molestias locales o problemas estéticos, por lo que se requiere su eliminación. Tradicionalmente, esta se ha llevado a cabo mediante cirugía con anestesia general, con los inconvenientes y riesgos que ello conlleva, mientras que la termoablación permite la reducción del tamaño de estos nódulos "de forma más ágil e inocua".
"Se trata de una técnica ambulatoria que no implica ningún tipo de molestia para el paciente y que se realiza con anestesia local en menos de una hora, lo que ayuda a responder a la demanda sanitaria sin contribuir a la saturación de los servicios de Cirugía", ha indicado el hospital.