MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Expertos logran identificar un biomarcador prometedor para la detección temprana de sepsis en neonatos, niños y mujeres embarazadas, tal y como señalan los hallazgos de un trabajo colaborativo entre Temple Street y el Hospital Rotunda, ambos en Irlanda.
El trabajo, que se presenta en ESCMID Global 2025, de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ESCMID) ha revelado el potencial de la interleucina-6 (IL-6) como un potente biomarcador diagnóstico para la detección temprana de la sepsis en grupos de pacientes de alto riesgo, como neonatos, niños y mujeres embarazadas. Este estudio es el primero en evaluar el rendimiento diagnóstico de la IL-6 en una cohorte real en las tres poblaciones.
La sepsis, una enfermedad potencialmente mortal resultante de la reacción exagerada del sistema inmunitario a una infección, sigue siendo una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial y es responsable de aproximadamente 11 millones de muertes al año. Los niños pequeños, especialmente los menores de cinco años, y las mujeres embarazadas son muy vulnerables debido a los cambios inmunológicos y a una mayor susceptibilidad. Diagnosticar la sepsis durante el embarazo es especialmente complicado, ya que los cambios fisiológicos pueden ocultar sus primeros signos.
El diagnóstico precoz es crucial, aunque difícil, debido a los síntomas inespecíficos de la sepsis y a las limitaciones de los biomarcadores diagnósticos tradicionales, como la proteína C reactiva (PCR) y la procalcitonina (PCT), que presentan respuestas tardías y una sensibilidad subóptima. Dada la rápida progresión de la sepsis, existe una necesidad urgente de biomarcadores que ofrezcan un diagnóstico más rápido y preciso para permitir una intervención oportuna.
El estudio de cohorte retrospectivo analizó muestras de sangre seriadas de 252 pacientes (111 pediátricos, 72 de maternidad y 69 neonatales) con sospecha de sepsis. Los pacientes se clasificaron según el tipo de infección (bacteriana, vírica o asintomática) y la respuesta fisiológica (normal, síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, sepsis y shock séptico). La precisión diagnóstica se evaluó mediante el análisis AUROC (con un rango de 1,0, una prueba perfecta con 100 % de especificidad y sensibilidad, a 0,5, una prueba completamente ineficaz).
La IL-6 superó consistentemente a los biomarcadores tradicionales en la distinción entre infecciones bacterianas y no bacterianas, con valores de AUROC de 0,91 en niños, 0,94 en pacientes maternas y 0,86 en neonatos. La IL-6 también estratificó eficazmente la gravedad de la sepsis, distinguiendo entre infección leve, sepsis y choque séptico, una capacidad crucial para orientar el tratamiento oportuno y adecuado.
En términos de sensibilidad y especificidad, la IL-6 superó el 80% tanto en pacientes pediátricos como maternos, detectando infecciones bacterianas con una sensibilidad del 91% en niños y del 94% en embarazadas. En neonatos, si bien la IL-6 mantuvo una alta especificidad (97,1%), su sensibilidad (67,6%) fue menor. Estos menores valores de sensibilidad y AUROC podrían atribuirse en parte a la complejidad del diagnóstico de la sepsis neonatal, donde no existe una definición consensuada clara. El espectro más amplio de presentaciones en la sepsis neonatal también podría contribuir a estas diferencias.
Al analizar las ventajas de la IL-6 sobre los biomarcadores tradicionales, Seán Whelan residente de Microbiología Clínica en Dublín, Irlanda y autor principal, explica: "La secreción de IL-6 aumenta en 1-2 horas, alcanza su pico máximo a las 6 horas y disminuye a las 24 horas, mientras que la PCR y la PCT alcanzan su pico mucho más tarde, a las 48 y 24 horas, respectivamente. Esta respuesta más rápida y pronunciada convierte a la IL-6 en un biomarcador prometedor para la detección temprana de la sepsis".
Whelan también destaca su creciente aplicación clínica. "La IL-6 ya se utiliza de forma rutinaria en nuestras instituciones, el Hospital Rotunda y el Children's Health Ireland en Temple Street, para estas poblaciones. Las dificultades para una adopción más amplia se han visto mitigadas por el desarrollo de pruebas disponibles comercialmente en plataformas de uso común, que pueden proporcionar resultados en tiempo real. La pandemia de COVID-19 aceleró este proceso, ya que las pruebas de IL-6 se generalizaron para evaluar la inflamación de los pacientes".
"Nuestros hallazgos refuerzan el potencial de la IL-6 como un biomarcador prometedor en el diagnóstico de la sepsis", concluye Whelan. "Con una adopción más amplia y en combinación con la evaluación clínica, la IL-6 podría mejorar significativamente la toma de decisiones clínicas y apoyar un tratamiento oportuno y específico para pacientes de alto riesgo".