SALAMANCA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) han trabajado en una nueva alternativa a los tratamientos tradicionales en el cáncer de próstata, denominada terapia focal, que se ha llevado a cabo con éxito en 47 hospitales europeos y de la que ya han podido beneficiarse unos 400 pacientes.
Según el IBSAL, el estudio pretendía inicialmente demostrar que tratar únicamente las partes de la próstata afectadas por el tumor puede realizarse de forma efectiva en términos de control del tumor y reducción de los efectos adversos.
En este propósito, el Grupo de investigación traslacional de urología del IBSAL, a través de su investigador principal Francisco Gómez Veiga, jefe de Servicio de Urología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, ha podido constatar que "los pacientes tratados con terapia focal (en concreto con terapia fotodinámica) tuvieron mejor control de la enfermedad y menos efectos secundarios".
Por este motivo, según ha explicado el IBSAL, el futuro de esta enfermedad en su fase localizada pasa por "unos tratamientos más dirigidos y personalizados para cada paciente y tipo de tumor".
Ahora, este estudio ha sido publicado en el último número de "una de las revistas de máximo impacto", concretamente en la edición de 'Lancet Oncology', ha indicado el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca.
En la actualidad el cáncer de próstata es el tumor más frecuente en el varón. Más de 25.000 nuevos casos son diagnosticados en España cada año y es la tercera causa de muerte por cáncer en varones, 5800 varones mueren cada año por dicho tumor, según los datos del IBSAL.
En concreto, más del 75 por ciento de los tumores es diagnosticado en fases localizadas, y menos de un cinco por ciento es de tumores con metástasis, ha concretado el instituto salmantino.
AVANCES EN DIAGNÓSTICO
Los avances en el diagnóstico precoz con la determinación de un marcador -PSA- y la exploración con tacto rectal permiten hacer una mejor aproximación al diagnóstico a través de biopsias de próstata.
Las alternativas actuales de tratamiento con intención curativa para la enfermedad localizada son la cirugía o radioterapia (externa o intersticial) y el seguimiento activo que consiste en vigilar periódicamente al paciente con biopsias por si la enfermedad progresa.
Estas técnicas tratan toda la glándula prostática, incluidas las zonas sanas, lo que se traduce en mayores efectos secundarios como son la disfunción eréctil del varón o trastornos de la continencia urinaria, entre otros, ha concluido el IBSAL.