MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
El láser selectivo para la trabeculoplastia (SLT) es una alternativa sencilla y cómoda contra el glaucoma debido a que al no ser térmico ni invasivo, puede ser repetido si así fuera necesario, algo que no ocurre con otras técnicas con láser, ha indicado el jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud San José, el doctor Nabil Ragei Kamel.
El SLT usa micropulsos de luz de baja energía dirigidos de forma selectiva a las células pigmentadas del trabeculo, lo que produce una regeneración natural de las mismas. Para aplicarlo se emplea un microscopio diseñado específicamente para tal fin. De esta forma, este proceso mejora la capacidad de drenaje del ojo y, consecuentemente, se produce una reducción de la presión intraocular.
"Toda la estructura que rodea las células eliminadas, así como al resto de células no pigmentadas, no experimenta daño alguno. Es una terapia simple y efectiva que apenas dura unos cinco minutos, además de ser indolora y no producir efectos secundarios ni daños en el ojo por los que preocuparse", ha subrayado el especialista.
El doctor aconseja este tratamiento en los casos de pacientes con glaucoma de ángulo abierto, eudoexfoliativo, pigmentario o juvenil; de individuos que no toleran la medicación o que quieren combinar los medicamentos con el SLT; y de quienes no han respondido a la trabeculoplastia con láser de argón.
"El SLT reduce una media de un 25 por ciento la presión intraocular en un 75-85 por ciento de los pacientes tratados", ha recalcado el doctor.
Habitualmente, los tratamientos se han dirigido hacia tres opciones, medicamentos, cirugía y láser de argón. "Todas estas terapias presentan efectos secundarios, aunque su uso está recomendado en según qué casos", ha finalizado el doctor Nabil Ragei Kamel.