MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio realizado conjuntamente por la Universidad de Lieja en Bélgica y la Ecole Normale Superieure (ENS, CNRS) en País en Francia muestra que las interacciones corazón-cerebro, medidas mediante electroencefalografía (EEG), proporcionan una nueva vía de diagnóstico para pacientes con trastornos de la conciencia.
La comunidad científica ya sabía que en los participantes sanos, la respuesta del cerebro a los latidos del corazón está relacionada con la percepción, el cuerpo y la autoconciencia. "Ahora mostramos que podemos obtener información clínicamente significativa si sondear Esta interacción en pacientes con trastornos de la conciencia", señala Catherine Tallon-Baudry de ENS, CNRS.
En las últimas décadas se han realizado varias mejoras importantes para el diagnóstico de estos pacientes, sin embargo, sigue siendo un gran desafío medir la autoconciencia en estos pacientes que no pueden comunicarse.
Para su estudio, los investigadores incluyeron a 68 pacientes con un trastorno de la conciencia. Cincuenta y cinco pacientes sufrieron el estado de mínima conciencia (EMC) y mostraron signos de conciencia fluctuantes pero constantes, pero no pudieron comunicarse, y 13 pacientes en el estado de vigilia sin respuesta (anteriormente llamado estado vegetativo) que no muestran ningún signo de conciencia conductual.
Estos pacientes fueron diagnosticados utilizando la escala de recuperación del coma revisada, una prueba clínica estandarizada para evaluar el comportamiento consciente. "Como estos pacientes sufrieron una lesión cerebral grave, es posible que no puedan mostrar signos conductuales de conciencia. Por lo tanto, también basamos nuestro diagnóstico en el metabolismo del cerebro como sonda para la conciencia", señala Jitka Annen del GIGA Consciousness en la Universidad de Liege.
"Esta es una técnica de neuroimagen de vanguardia que ayuda para mejorar el diagnóstico de pacientes con trastornos de la conciencia. Aunque estas exploraciones son muy informativas, solo se pueden adquirir en centros especializados", añade.
Los investigadores, que han publicado su estudio en la revista 'Journal of Neuroscience', registraron la actividad cerebral durante el estado de reposo (es decir, sin una tarea o estimulación específica). Seleccionaron segmentos de EEG justo después de un latido y segmentos de EEG en puntos de tiempo aleatorios (es decir, no sincronizados con un latido). Luego utilizaron algoritmos de aprendizaje automático para clasificar (o diagnosticar) a los pacientes en los dos grupos de diagnóstico.
Los segmentos de EEG que no estaban sincronizados con los latidos del corazón fueron informativos para predecir si un paciente estaba consciente o no, pero los segmentos de EEG bloqueados con los latidos del corazón fueron más precisos al hacerlo. "Nuestros resultados indican que los latidos del corazón evocan el potencial puede darnos evidencia suplementaria de la presencia de la conciencia", explica Diego Candia-Rivera del centro de investigación francés.
Es importante señalar que las respuestas evocadas por los latidos del corazón estaban más de acuerdo con el diagnóstico basado en el metabolismo cerebral que con el diagnóstico basado en la evaluación del comportamiento. Por tanto, parece que la respuesta evocada por los latidos del corazón se puede utilizar para medir una perspectiva de la autoconciencia que no se evalúa con éxito utilizando herramientas conductuales.
El próximo desafío es traducir nuestros hallazgos a aplicaciones clínicas para que todos los pacientes con trastornos de la conciencia puedan beneficiarse de un mejor diagnóstico utilizando tecnologías de evaluación de cabecera ampliamente disponibles.