MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El profesor del laboratorio Cold Spring Harbor (CSHL) de Estados Unidos Christopher Vakoc y su equipo han logrado transformar células de rabdomiosarcoma en células musculares sanas y funcionales, en lo que podría ser un avance para ayudar a llevar la terapia de diferenciación a la clínica y, por consiguiente, una forma nueva y más segura de combatir el cáncer, según publican en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Durante seis años, el laboratorio de Vakoc se ha dedicado a transformar células de sarcoma en células de tejido que funcionen con normalidad. Los sarcomas son cánceres que se forman en tejidos conjuntivos como los músculos y el tratamiento suele consistir en quimioterapia, cirugía y radioterapia, procedimientos especialmente duros para los niños.
Si los médicos pudieran transformar las células cancerosas en células sanas, ofrecerían a los pacientes una nueva opción de tratamiento que les evitaría a ellos y a sus familias mucho dolor y sufrimiento.
El rabdomiosarcoma (RMS), un tipo de cáncer pediátrico devastador y agresivo, se asemeja a las células musculares de los niños. Nadie sabía si este método de tratamiento propuesto, denominado terapia de diferenciación, podría llegar a funcionar en el RMS. Todavía podían faltar décadas pero ahora con los nuevos hallazgos parece una posibilidad real.
Para llevar a cabo su misión, Vakoc y su equipo crearon una nueva técnica de cribado genético. Utilizando tecnología de edición del genoma, buscaron genes que, al alterarse, obligarían a las células RMS a convertirse en células musculares. Fue entonces cuando apareció una proteína llamada NF-Y. Con el NF-Y alterado, los científicos fueron testigos de una asombrosa transformación.
"Las células se convierten literalmente en músculo --afirma Vakoc--. El tumor pierde todos sus atributos cancerígenos. Pasan de ser células que sólo quieren fabricar más de sí mismas a células dedicadas a la contracción. Como ahora toda su energía y recursos están dedicados a la contracción, no puede volver a este estado de multiplicación".
Esta relación recién descubierta entre el NF-Y y el RMS puede desencadenar la reacción en cadena necesaria para llevar la terapia de diferenciación a los pacientes. Y la misión no se detiene en el RMS. La tecnología podría aplicarse a otros tipos de cáncer. De ser así, algún día los científicos podrían averiguar cómo convertir otros tumores en células sanas.
"Esta tecnología puede permitir tomar cualquier cáncer e ir a la caza de cómo hacer que se diferencie --explica Vakoc--. Esto podría ser un paso clave para hacer más accesible la terapia de diferenciación".
Anteriormente, Vakoc y su equipo lograron transformar células de sarcoma de Ewing en células de tejido sano. Los descubrimientos del sarcoma de Ewing y el RMS contaron con el apoyo de familias locales que habían perdido a seres queridos a causa de estos cánceres. "Se unieron y nos financiaron para intentar encontrar, con cierta desesperación, una nueva estrategia terapéutica", recuerda.