MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Unidad de Ortogeriatría del Hospital La Paz, que ha tratado a más de 4.500 pacientes desde su puesta en marcha en 2007, permite acelerar la recuperación de los ancianos con fractura de cadera, disminuyendo las complicaciones y reduciendo el coste asistencial, lo que ha permitido diagnosticar a más pacientes reduciendo el tiempo desde el ingreso hasta la intervención y desde la intervención hasta el inicio de la fisioterapia, según informó hoy el centro sanitario.
Además, la atención conjunta de geriatras y traumatólogos al paciente anciano con fractura de cadera en su fase aguda consiguió en La Paz una reducción de la estancia hospitalaria en un 30 por ciento, así como una mejor situación funcional del paciente en el momento del alta.
Éstas fueron algunas de las conclusiones extraídas del I Curso de Ortogeriatría en pacientes agudos que se celebra en España, una iniciativa formativa que hasta el momento sólo se desarrolla de forma estable en el Reino Unido e Italia. El curso, avalado por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y por la Escuela Superior de Formación Académica en Geriatría, tiene capacidad para 260 alumnos de 63 hospitales de todas las comunidades autónomas.
UNIDAD MULTIDISCIPLINAR
En la actualidad sólo existen tres hospitales en España con este tipo de unidades, dos de las cuales se encuentran en la Comunidad de Madrid, exactamente en los hospitales La Paz y Gregorio Marañón.
En ese sentido, el de La Paz atiende cada año en las Unidades de Ortogeriatría entre 400 y 600 pacientes. Éstas fueron creadas en el año 2007 para consolidar la actividad que venían realizando de manera conjunta desde 1994 los servicios de Traumatología y Geriatría.
Los pacientes atendidos en esta unidad son de edad muy avanzada, con una media de 82 años, y suelen padecer varias enfermedades activas simultáneamente. Es por ello que el servicio que ofrecen estas unidades abarcan desde el momento del ingreso hasta el día del alta en el hospital e incluye cuatro fases: preoperatorio, intervención quirúrgica, postoperatorio inmediato y recuperación funcional.
Durante la hospitalización, muchos de los pacientes precisan una intervención de cirugía mayor y, con frecuencia, presentan complicaciones médicas importantes, alteraciones cognitivas agudas o un deterioro funcional causado por la fractura, por lo que "necesitan la participación de profesionales de diferentes especialidades médicas, no sólo Traumatología y Geriatría, sino también Anestesiología, Rehabilitación, enfermería especializada, Fisioterapia y Terapia Ocupacional, entre otras", señalaron desde el centro sanitario.
Según La Paz, el paciente recibe una mayor calidad de atención, con mayor rapidez en su proceso, mejor control del dolor, menor incidencia de complicaciones como la confusión mental, la desnutrición, las infecciones o las descompensaciones cardíacas y respiratorias, y se consigue una mejor recuperación funcional.
Además, el sistema sanitario también se ve beneficiado por un mejor uso de los recursos disponibles, que se traduce en una reducción de los días de estancia hospitalaria del 30 por ciento y en un ahorro de un 20 por ciento de los costes de asistencia.
UN SERVICIO EN CONSTANTE AVANCE
Las primeras Unidades de Ortogeriatría se crearon en los años 60 en Reino Unido como centros para atender a pacientes "subagudos" tras un tratamiento inicial en las salas de Cirugía Ortopédica. Posteriormente, a lo largo de los años 80 y 90, muchos servicios de Geriatría designaron especialistas para actuar como consultores en las plantas de Traumatología y colaborar en el tratamiento de los pacientes con fractura de cadera durante el período de ingreso.
El tercer paso se dió en los primeros años del siglo XXI con la creación de unidades conjuntas bajo la responsabilidad compartida de ambos servicios, en las que el traumatólogo y el geriatra lideran de forma coordinada el tratamiento desde el primer día del ingreso y acuerdan los pasos a seguir durante todo el proceso.