MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El retraso en el diagnostico de la diabetes implica graves complicaciones en la mitad de los pacientes, a lo que hay que sumar que algo más del 40 por ciento no tomen correctamente su medicación, lo que deriva en un mal control de la enfermedad que es responsable del 70 por ciento de las amputaciones no traumáticas y el 16 por ciento de casos de ceguera que se detectan en España.
"La diabetes es una epidemia de nuestro tiempo", ha destacado el jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Marina Salud de Denia (Alicante), Alfonso Valle, que también alerta de que hasta 25.000 pacientes diabéticos fallecen cada año consecuencia de su patología crónica mal controlada.
La adherencia a la medicación para la diabetes constituye un problema constante, ya que cuando se deteriora genera peores resultados en la salud de los pacientes, y un mayor coste para el sistema sanitario por la morbimortalidad generada.
Además, la enfermedad cardiovascular es la principal causa de morbimortalidad del paciente diabético, hasta un 80 por ciento de los diabéticos fallecerá por enfermedad cardiovascular, especialmente por cardiopatía isquémica.
Por ello, el manejo global de la diabetes debe incluir, además del control glucémico, un control óptimo de los factores de riesgo cardiovascular, con reducción de los niveles de colesterol de las lipoproteínas de baja densidad, y una corrección duradera del estilo de vida pues está demostrada la estrecha relación entre obesidad y diabetes tipo 2.
En ese sentido, el 12,6 por ciento de la población, más de 4,8 millones de personas, tienen intolerancia a la glucosa o glucosa basal alterada, situaciones que se consideran pre diabéticas.
Estos pacientes de alto riesgo cardiovascular se tratan con estatina, pero algunas de alta intensidad se han asociado a un incremento del riesgo de diabetes de nueva aparición, de ahí la importancia de seleccionar la estatina adecuada en aquellos pacientes diabéticos o en riesgo de diabetes y seguir las indicaciones del médico en el tratamiento, según ha destacado.
"La principal limitación para su uso es la aparición de efectos secundarios, que lleva a la suspensión del tratamiento aproximadamente en el 10 por ciento de los pacientes", ha apuntado este experto, y entre las causas más habituales están la toxicidad muscular y hepática, aunque también hay que considerar la interferencia con otros fármacos dependiendo de su metabolismo.