MADRID 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
Calcular el riesgo de que una persona desarrolle cáncer de próstata a partir de los resultados de dos marcadores sanguíneos mejoraría la precisión del cribado de la enfermedad, informa un nuevo estudio dirigido por un investigador del University College de Londres (UCL)y publicado en el 'Journal of Medical Screening'.
La mejor prueba actual de primera línea, el análisis de sangre que detecta niveles elevados del antígeno prostático específico (PSA), no es del todo fiable, ya que pasa por alto algunos cánceres perjudiciales y da falsos positivos. Los falsos positivos incluyen no sólo las falsas alarmas cuando no hay cáncer, sino el descubrimiento de cánceres inofensivos que se tratan innecesariamente.
En el nuevo estudio los investigadores desarrollaron un algoritmo que estimaba el riesgo de una persona de desarrollar cáncer de próstata basándose en la edad y en los niveles de dos marcadores de cáncer de próstata, el PSA y la hK2 (peptidasa calicneína humana).
Probaron la eficacia del algoritmo para predecir el cáncer de próstata comparando muestras de sangre de hombres que murieron después de un diagnóstico de cáncer de próstata con otros a los que nunca se les diagnosticó la enfermedad.
Comprobaron que, fijando un umbral de riesgo por encima del cual los hombres se consideran "positivos en el cribado", el método reduciría el número de falsos positivos en tres cuartas partes en comparación con una prueba de PSA estándar, al tiempo que detectaría la misma proporción de cánceres.
El autor principal, el profesor Sir Nicholas Wald, del Instituto de Informática de la Salud del UCL, explica que "uno de los principales inconvenientes del cribado del cáncer de próstata mediante la prueba del PSA por sí sola es el mayor riesgo de que se produzca un falso positivo, que puede dar lugar a una biopsia innecesaria e invasiva y al tratamiento innecesario de un cáncer clínicamente insignificante que, de todos modos, no habría causado daños".
"Nuestro estudio demuestra que un enfoque de cribado diferente podría reducir el número de falsos positivos en tres cuartas partes --añade--. Esto haría que el cribado del cáncer de próstata fuera más seguro y preciso, reduciendo el sobrediagnóstico y el sobretratamiento".
"El siguiente paso es comprobar la viabilidad de este enfoque en la práctica con un proyecto piloto que invite a hombres sanos a someterse a un cribado --adelanta--. Si el proyecto tiene éxito, creemos que este enfoque debería considerarse como parte de un programa nacional de cribado para todos los hombres".
El coautor Jonathan Bestwick, de la Universidad Queen Mary de Londres, asegura que "el planteamiento es innovador para el cáncer, ya que examina a las personas en función de su riesgo global y no de los resultados de una sola prueba. Es el mismo planteamiento que se utiliza en el cribado durante el embarazo para determinadas afecciones fetales y maternas".
Por su parte, el profesor Roger Kirby, presidente de la Real Sociedad de Medicina y vicepresidente de Prostate Cancer UK, que no participó en el estudio, también destaca que "ee trata de un enfoque novedoso que utiliza los niveles de dos marcadores de cáncer de próstata, el PSA y la hK2 (calicreína peptidasa humana), para perfeccionar el cribado del cáncer de próstata".
"El uso del PSA por sí solo tiene importantes inconvenientes en términos de cribado --reconoce--, pero la adición del marcador hK2 en este contexto conlleva la promesa genuina de reducir significativamente la tasa de mortalidad de este cáncer más común en los hombres".
Para el estudio, los investigadores examinaron los datos y las muestras de sangre de más de 21.000 hombres reclutados en el estudio prospectivo de BUPA hace más de 40 años.
Analizaron una serie de marcadores de cáncer de próstata en muestras de sangre de 571 hombres que posteriormente murieron de o con cáncer de próstata, y los compararon con un grupo de control de 2.169 hombres a los que nunca se les diagnosticó la enfermedad.
Observaron que, aunque el hK2 era un marcador relativamente débil del cáncer de próstata por sí solo, era relativamente independiente del PSA, por lo que los dos juntos daban una prueba más precisa.
Clasificaron los resultados de las pruebas de PSA total y hK2 en función de lo lejos que estaban de la media según la edad del participante. También incluyeron la edad en su evaluación del riesgo.
Todos los hombres que se estimó que tenían un riesgo de uno en 20 o más de desarrollar cáncer de próstata en los próximos cinco años se contaron como "positivos para el cribado".
Los investigadores descubrieron que si los hombres de 55 años o más se sometían a pruebas de detección al menos cinco veces al año utilizando este límite de riesgo, se detectaría el 90% de los casos de cáncer, y sólo el 1,2% de los casos serían falsos positivos.
Si se hubiera utilizado una prueba de PSA para detectar la enfermedad por sí sola, en un escenario modelado por los investigadores, una tasa de detección del 86% habría ido acompañada de una tasa de falsos positivos del 2%. En comparación, si el enfoque basado en el riesgo se hubiera ajustado a una tasa de detección del 86%, la tasa de falsos ppositivos habría sido del 0,5%, lo que supone una reducción de tres cuartas partes.