MADRID 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) dará por concluidos antes de 2017 sus proyectos médicos y de salud mental para los afectados del ébola, la epidemia que arrasó Africa occidental llevándose la vida de más de 11.300 personas en Guinea y Sierra Leona y en Liberia.
La epidemia infectó a casi 29.000 personas, destruyó familias enteras, colapsó los sistemas de salud y paralizó la economía de los tres países afectados. Los trabajadores sanitarios también se convirtieron en víctimas del ébola y aquellos que sobrevivieron fueron testigos de numerosas muertes. MSF abrió clínicas especializadas para los afectados en Liberia, Guinea y Sierra Leona, donde atendió a casi 3.000 personas.
"Para nuestro personal regional el impacto fue tremendo. Vivieron la amenaza diaria de la enfermedad, pero para quienes fueron infectados por la enfermedad y para sus familiares, fue un infierno", ha asegurado el director de operaciones de MSF, Brice de la Vingne.
Muchos de los que lograron sobrevivir a la epidemia se enfrentaron después a problemas médicos y psicológicos. Otros tuvieron que luchar contra la discriminación y el estigma cuando regresaron a sus comunidades. El coordinador general de MSF en Sierra Leona, Jacob Maikere, ha afirmado que "la discriminación se presenta de muchas formas: pérdida de trabajo o parejas, rechazo de familiares o de la comunidad", lo que puede llevar a un gran impacto y desestabilización en sus vidas.
Médicos Sin Fronteras ha informado de que seguirá esforzándose en proporcionar servicios a las personas más vulnerables de las tres naciones afectadas. "Los países también necesitan planes para poner al día los programas que se colapsaron durante la epidemia, como el tratamiento de VIH y tuberculosis, al igual que servicios preventivos para los cuales la cobertura aún sigue siendo baja", ha asegurado el especialista en Políticas de Salud de MSF Mit Phillips.
La organización ha proporcionado atención a pacientes con VIH en Conakry, la capital de Guinea, y también ha ofrecido suministros de emergencia para que los equipos médicos de la región puedan responder a cualquier futuro brote de ébola o a otras amenazas epidemiológicas.