MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El miembro del grupo de trabajo de Gestión del Medicamento, Inercia Clínica y Seguridad del Paciente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN),el doctor Juan Gabriel García Ballesteros, ha reconocido que "existe margen de mejora" en el área de la seguridad del paciente, tanto en Atención Primaria como en Especializada.
Así lo ha hecho durante la celebración de una mesa redonda en el marco del 40 Congreso Nacional de SEMERGEN, donde ha agregado que debe incidirse "en la importancia global de la seguridad del paciente derivada de una atencion sanitaria cada vez más compleja".
En este contexto, en España se encuentra en desarrollo la 'Estrategia de Seguridad del Paciente' para el periodo comprendido entre 2015 y 2020, una iniciativa impulsada por el Ministerio de Sanidad y que contempla seis líneas estratégicas.
La primera es la cultura de seguridad, factores humanos y organizativos; la segunda, prácticas clínicas seguras y la tercera gestión del riesgo y sistemas de notificación y aprendizaje de los incidentes. Por otra parte, también contempla la participación de los pacientes y ciudadanos por su seguridad, la investigación en seguridad del paciente y la participación internacional en este sentido.
"Todas estas líneas estratégicas constituyen aspectos donde todavía nos queda mucho por mejorar, abordando múltiples factores relativos a la seguridad del paciente", ha señalado el doctor García Ballesteros.
"La seguridad del paciente afecta y es responsabilidad de todo el sistema sanitario, incluidos los pacientes, que también deben participar activamente en alcanzar una mejora de su seguridad", ha añadido la coordinadora del grupo de trabajo de Gestión del Medicamento, Inercia Clínica y Seguridad del Paciente de SEMERGEN, la doctora Laura Aliaga.
La experta ha agregado que "desde Atención Primaria queremos dar un paso más, desde la formación en seguridad del paciente hacia la acción, tratando de ayudar a formar a los compañeros en cómo desarrollar y utilizar las herramientas a su alcance para mejorar en sus consultas la seguridad de los pacientes".
SEGURIDAD DEL PACIENTE CON LOS NUEVOS FÁRMACOS
Durante la sesión también se ha recalcado la idea de que la importancia de la seguridad del paciente también debe darse con los nuevos fármacos en el campo de la diabetes y la fibrilación auricular, que "abren nuevos caminos a la ciencia, la que supone un cambio de paradigma científico y una modificación en el conocimiento establecido y dominante", ha indicado el doctor García Ballesteros.
En cuanto a la diabetes, en los últimos años se han introducido inhibidores de DPP4, de la dipeptidil peptidasa 4, los ISLGT2 o inhibidores*de los cotransportadores sodio-glucosa tipo 2 y los agonistas del receptor de GLP-1, el péptido-1 similar al glucagón.
"Debido a la alta frecuenta de la enfermedad cardiovascular en personas con diabetes, se debe exigir a estos fármacos inocuidad y que no empeoren el ya deteriorado árbol vascular de los diabéticos, independientemente de sus aparentes bondades terapéuticas", ha explicado el miembro de los grupos de trabajo de Hipertensión Arterial y Enfermedad Cardiovascular y Respiratorio de SEMERGEN, el doctor Lisardo García Matarín.
Desde 2008 se han acumulado evidencias con el grupo terapéutico de las glitazonas, la rosiglitazona y la pioglitazona, en las que se pone de relieve un perfil de riesgo-beneficio desfavorable.
A partir de este hecho, la Agencia estatal norteamericana para los Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), exige a todos los fármacos antidiabéticos no insulínicos un estudio riguroso de inocuidad para enfermedad cardiovascular o de no inferioridad.
Es decir, que sean tan inocuos a nivel cardiovascular como la terapia antidiabética convencional, para así poder autorizar su uso y tener un perfil riesgo beneficio favorable.
La excepción son los inhibidores DPP4 saxagliptina y alogliptina, que incrementan la hospitalización por insuficiencia cardíaca, la primera de manera significativa, y la vildagliptina, que aún no tiene estudio de seguridad cardiovascular.
Respecto los ISLGT2, se admite en estos momentos que cardiovascularmente son seguros. Incluso, la empaglifocina disminuye la morbimortalidad cardiovascular de manera muy llamativa, a costa de triplicar el número de infecciones urinarias y genitales en mujeres.
Los beneficios cardiovasculares de algunos de los fármacos para la diabetes se han tratado en el congreso en una sesión que ha servido para presentar un nuevo enfoque en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 y donde se han dado a conocer los últimos estudios publicados que demuestran la seguridad cardiovascular.
Según el miembro de los grupos de trabajo de Hipertensión y de Enfermedad Cardiovascular y de Diabetes de SEMERGEN, el doctor José Javier Mediavilla Bravo, aportan "además descensos en la presión arterial y el peso, todo ello con muy bajo riesgo de hipoglucemias".
En la sesión también se ha hecho referencia a que el reto es conseguir disminuir las cifras de glucemia y que esta reducción se alcance de manera segura, así como lograr beneficios sobre las complicaciones micro y macrovasculares de la diabetes. Además, se ha resaltado el papel de Atención Primaria en este contexto.
"En Atención Primaria estamos preparados y tenemos la formación suficiente para poder ofrecer a nuestros pacientes el mejor tratamiento y cuidados en cada etapa de su vida e intentar retrasar o prevenir las complicaciones micro y macrovasculares propias de la DM2", ha señalado la miembro del Grupo de Trabajo de Diabetes de SEMERGEN, la doctora Sonia Miravet.
EL CASO DE LOS FÁRMACOS CONTRA LA FIBRILACIÓN AURICULAR
España cuenta desde el año 2009 con los anticoagulantes de acción directa, de los que hay cuatro comercializados: dabigatran, rivaroxaban, apixaban y edoxaban.
Cada uno de estos fármacos tiene un gran ensayo clínico pivotal detrás donde han demostrado ser igual de eficaces que los antagonistas de la vitamina K, el tratamiento clásico para la fibrilación auricular no valcular, en la prevención del ictus tromboembólico y, además, más seguros al disminuir efectos secundarios tan importantes como la hemorragia intracraneal.
Dado que en los ensayos clínicos presentan generalmente algunos sesgos inevitables, especialmente por los criterios de selección de los pacientes, se ha testado en un reciente metaanálisis su eficacia y seguridad en una población de pacientes reales.
En total, se han evaluado a más de 600.000 pacientes en situación de vida real, comparando 3 ACOD frente a AVK. Así, se ha demostrado que, a nivel de eficacia, estos anticoagulantes de acción directa son muy similares a los antagonistas de la vitamina K, salvo apixaban, que disminuyó de manera significativa cualquier ictus isquémico o embolismo sistémico.
La evaluación de seguridad, en hemorragias intracraneales, revela que los nuevos anticoagulantes de acción directa son superiores, producen menos hemorragias intracraneales a los antagonistas de vitamina K de una manera significativa y se asocian a una menor tasa de mortalidad general que estos.