MADRID 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
El jefe de servicio de Neumología del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Madrid) y vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Carlos Almonacid, ha defendido que el "principal" objetivo de los inhaladores para enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) sea el cuidado del paciente y, a partir de ello, reducir el impacto ambiental.
"Cuidar el planeta sin perder de vista al paciente", ha aseverado Almonacid que debe ser la premisa en el debate desencadenado entre inhaladores presurizados y de polvo seco debido a la contaminación que provocan los primeros, que son también más utilizados en la práctica clínica (78% de uso a nivel mundial) y más fáciles de usar para muchos pacientes, en comparación con los segundos.
La polémica por la contribución de los inhaladores a la huella de carbono de los sistemas sanitarios llevó al Ministerio de Sanidad a publicar en febrero un documento de recomendaciones en el que aconseja la prescripción sostenible de estos dispositivos, apostando por aquellos menos contaminantes siempre que sea posible por las características del paciente.
Durante la jornada 'Tratamientos en EPOC: Evidencia clínica y sostenibilidad', organizada este martes por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y AstraZeneca, con el aval de SEPAR, Carlos Almonacid ha precisado que los inhaladores de cartuchos presurizados son responsables del 0,04 por ciento de los gases de efecto invernadero a nivel mundial.
Por ello, ha destacado que, aunque se debe trabajar en reducir el impacto de estos dispositivos, se ha empezado "por la punta de la antena", puesto que hay otros factores en los sistemas de salud que contaminan más. Así, ha señalado que contaminan más las hospitalizaciones, el paciente que va en coche al hospital o que estos centros no dispongan de placas solares, entre otros aspectos.
En este sentido, ha abogado por poner el foco en el paciente para controlar su enfermedad, ya que esto evitará exacerbaciones e ingresos hospitalarios que conllevarán el consumo de más recursos y una mayor necesidad de gasto, que en su conjunto provocan un mayor impacto en el planeta.
El experto ha puntualizado que se está trabajando en nuevos propelentes menos contaminantes, de los que se espera disponer a partir del próximo mes de septiembre y sobre los que se ha evidenciado que producen un 99,9 por ciento menos de emisiones.
PACIENTES: PRIMEROS INTERESADOS
En la misma línea se ha expresado el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER), Mariano Pastor, quien ha destacado que los pacientes son los "primeros interesados" en que se reduzcan las emisiones de carbono, pero no a costa de su bienestar. "FENAER cree firmemente que las necesidades clínicas del paciente deben prevalecer siempre", ha apuntado.
Además, ha advertido de las inequidades que persisten en España, entre comunidades autónomas y entre hospitales de una misma ciudad en el acceso a atención y tratamientos. En este punto, también ha alertado de los problemas en el manejo de la EPOC y ha resaltado que debería trabajarse en prevención y diagnóstico precoz.
Con todo ello, ha abogado por la elaboración de un Plan nacional de EPOC, que constituiría un paso "imprescindible" para que las cosas empiecen a cambiar, tanto para los pacientes como para el propio sistema sanitario, que vería reducidos sus gastos., que en la actualidad se estiman en 1.000 millones de euros y alcanzan los 3.000 millones si se incluyen los de carácter indirecto.
Pastor se ha preguntado cuánto costaría diagnosticar antes o realizar labores de prevención y ha aseverado que, sin ser ningún experto, un paciente con un diagnóstico temprano consigue reducir sus necesidades y gastos.
1,5 MILLONES DE PACIENTES SIN DIAGNOSTICAR
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es una patología que produce inflamación de los bronquios y, en estadios avanzados, incapacidad para que llegue oxígeno a los pulmones.
Es una enfermedad mayormente desconocida por la población, pero con una prevalencia superior al 10 por ciento en mayores de 40 años en España. En total, en el país hay dos millones de pacientes diagnosticados, pero se estima que 1,5 millones están sin diagnosticar.
Según ha explicado Almonacid, la principal causa de la EPOC es el tabaco en los países desarrollados y el humo de la cambustión de la leña en los países en desarrollo. En este punto, ha destacado que se trata de una enfermedad prevenible, pues si se evitara el hábito tabáquico, la mayoría de pacientes no la sufrirían.
Uno de los problemas de la EPOC es su diagnóstico tardío, que provoca exacerbaciones y que el paciente se encuentre en estado grave, sin posibilidad de reversión. Por ello, el doctor ha indicado que la SEPAR está trabajando con Atención Primaria para realizar espirometrías, la prueba de detección actual, con más frecuencia. Por ejemplo, ha apuntado a la posibilidad de incluirlas cuando un paciente acude a vacunarse y se sabe que fuma.
Sobre su tratamiento, ha subrayado que dejar de fumar es "lo único" que a día de hoy ha demostrado una mejoría en los síntomas y alargar la vida del paciente. En los casos en los que ya se ha llegado a obstrucción pulmonar, es necesario el tratamiento farmacológico, pero el doctor ha insistido en que este tampoco es útil si no se deja de fumar.